En el año 2012 trabajaba yo en el madrileño Hotel Palace que, a la sazón, cumplía un siglo (ahora intercalo una fotografía para que os hagáis una idea):
El vestíbulo principal del Palace. El centro de flores está coronado por un 100, recordando que ese año 2012 cumplía un siglo.
Fijaos bien, porque la decoración de las paredes es a base de geniales trampantojos. Cuesta darse cuenta.
Como decía, estaba yo trabajando allí cuando me invitaron al XIII Salón de los mejores vinos de España, que organiza la guía Peñín una vez al año con los vinos que mayores puntuaciones hayan obtenido. Ese año habían cambiado ubicación al recién inaugurado Palacio de Neptuno, que queda justo al otro lado de la calle Cervantes respecto al Palace: saliendo por la puerta de servicio del hotel hay unos seis metros hasta la entrada del palacio.
Teniendo horario partido aproveché los dos días que duraba el Salón para ir durante las dos horas que tenía libres (desayunaba fuerte y ya cenaría después). En solo dos horas no da tiempo a probar más que una reducidísima muestra, y no podía agarrarme una borrachera porque luego tenía que volver al curro. Encima, el segundo día resulta que era la entrega de premios y ya no se cataban vinos a la hora en que yo pude llegar: eso sí, los bodegueros tuvieron la deferencia de llevar a una mesa los vinos abiertos para que, durante la ceremonia, cada quien se sirviese una copita del que más le apeteciera. Además, había catering, por lo que no iba a pasar hambre.
En semejante situación, tuve una suerte excepcional por partida doble. Uno, porque había dos frascas de Reliquias de Antonio Barbadillo, la de oloroso y la de palo cortado. Algún día os contaré en detalle esa experiencia, que se sumó a un jamón ibérico recién cortado cortesía del catering que, junto al palo cortado (el oloroso era tal vez demasiado potente para el maridaje) me hizo entrar en el paraíso. Seguramente lo más elevado organolépticamente hablando que he experimentado en mi vida.
Y dos, porque entre las botellas allí dispuestas había una del tinto que mayor puntuación había conseguido en la guía ese año: El Carretil 2010, de bodegas Artadi, que había obtenido 98 puntazos sobre 100. Os podéis imaginar: mientras los enólogos y bodegueros se entregaban premios y aplaudían entre sí, vuestro servidor se daba a catar estas maravillas maridándolas con lo que iba saliendo de la cocina (porque, encima, la gente a mi alrededor no quería comer, así que las camareras venían derechitas a ofrecerme a mí, que sí tenía hambre). Fue genial. La única pega es que no me acompañaba nadie, qué lástima.
Los de Artadi, en Laguardia, Álava, son unos fuera de serie. Este año 2014 Peñín los ha elegido mejor bodega del país. Cuentan en su haber con esta maravilla que vamos a catar hoy, y también con uno de los mejores vinos que he probado nunca: Viña El Pisón (que en la añada 2004 logró los cotizadísimos 100 puntos Parker). Ya hablamos de Artadi aquí al hilo del magnífico Grandes Añadas 2000; la verdad es que lo hacen todo bien. Ninguna pega.
Todavía se puede comprar El Carretil 2010 en la página de la propia bodega (quedaban 90 unidades cuando se escribió esto) y encontramos el único punto en contra del vino: estamos hablando de 163,80€, gastos de envío aparte. Jarl. Esa es otra razón por la que atesoro la experiencia que os he contado.
Artadi El Carretil 2010
Bodegas y viñedos Artadi SA
DOC Rioja
14%
Catado el 26 de octubre de 2012.
Y dos, porque entre las botellas allí dispuestas había una del tinto que mayor puntuación había conseguido en la guía ese año: El Carretil 2010, de bodegas Artadi, que había obtenido 98 puntazos sobre 100. Os podéis imaginar: mientras los enólogos y bodegueros se entregaban premios y aplaudían entre sí, vuestro servidor se daba a catar estas maravillas maridándolas con lo que iba saliendo de la cocina (porque, encima, la gente a mi alrededor no quería comer, así que las camareras venían derechitas a ofrecerme a mí, que sí tenía hambre). Fue genial. La única pega es que no me acompañaba nadie, qué lástima.
Los de Artadi, en Laguardia, Álava, son unos fuera de serie. Este año 2014 Peñín los ha elegido mejor bodega del país. Cuentan en su haber con esta maravilla que vamos a catar hoy, y también con uno de los mejores vinos que he probado nunca: Viña El Pisón (que en la añada 2004 logró los cotizadísimos 100 puntos Parker). Ya hablamos de Artadi aquí al hilo del magnífico Grandes Añadas 2000; la verdad es que lo hacen todo bien. Ninguna pega.
Todavía se puede comprar El Carretil 2010 en la página de la propia bodega (quedaban 90 unidades cuando se escribió esto) y encontramos el único punto en contra del vino: estamos hablando de 163,80€, gastos de envío aparte. Jarl. Esa es otra razón por la que atesoro la experiencia que os he contado.
Artadi El Carretil 2010
Bodegas y viñedos Artadi SA
DOC Rioja
14%
Catado el 26 de octubre de 2012.
- Picota intensísimo y muy cubierto con ribete tan violeta que parece morado.
- Intensidad aromática altísima: fruta masticable (fresa, grosella negra, arándano). Vainilla suave.
- Amplio, fresco, con taninos formidables, muy pulidos. Final muy largo con notas de maderas nobles. Qué rico.
La foto la he encontrado en Internet, mis disculpas.
Fue una sola copa hace dos años, pero aún la recuerdo. Qué cosa tan rica.
Como siempre, muchísimas gracias por vuestra atención. Cuidaos mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario