La última cerveza de Grimbergen que catamos fue su blanche; vamos hoy con el extremo opuesto en lo que a gama cromática se refiere: según el nombre debería ser muy parda, pero ya veréis que no es para tanto a la hora de orar.
Se trata de una quadrupel, un estilo que nos encanta en Bebercio. Ya sabéis que, aunque el pueblecito de Grimbergen y su extinta abadía se encuentren en Bélgica, no lejos de Bruselas, las birras las vienen elaborando los de Kronenbourg en Francia. Qué cosas, oiga.
Eso sí: dentro de Bélgica la elaboradora es Alken-Maes, así que en su país sí es una cerveza belga. La probaremos allí para comparar.
Optimo bruno. Cerveza francesa de alta fermentación. 10%
Catada el 30 de mayo de 2017.
- Rubí oscuro, muy limpio y de capa abierta. El color me recuerda más a la Hobgoblin que a ninguna quadrupel que pueda recordar. Crema blanquecina oscura, más bien marfil, poco duradera.
- Los aromas comienzan con un punto de éster (laca de uñas) que, afortunadamente, da paso a grandes cantidades de frutas: fresa, grosella roja, cereza, incluso plátano.
- Dulzona, con bastante carbónico. De cuerpo medio, viva y fresca, con paso ligeramente metálico. Final breve sin amargor alguno. A ver, mala no es, pero tampoco lo vais a flipar. Ahí está, en el aprobado alto.
Servida en su propia copa, sobre su propio posavasos, tras abrirla con su propio abrebotellas. Todo muy propio.
La etiqueta revela que pertenece a la etapa actual, cuya forma de elaborarla no es, a mi juicio, tan buena como era antaño. Además de catar la versión belga, voy a intentar encontrar una botella antigua bien conservada y la volvemos a catar, para comprobar cómo la receta antigua y el paso del tiempo suponen una diferencia. No es una empresa tan sencilla, pero vamos a intentarlo (qué de tareas).
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