Cuando revisamos las manualidades por última vez abordamos las latas de cerveza y su posibilidad de transformarlas en contenedores (sobre todo para material de escritura o pintura) y ya entonces os dije que veríamos otras posibilidades; hoy empezamos a cumplir aquella promesa.
En este ocasión son unos simpáticos molinillos de viento: se toma una lata vacía, se le hacen unos cortes verticales (con navaja o cizalla) y se aplasta ligeramente hasta darle forma de linterna china. Después se cuelgan por la chapita de un alambre y fin.
Si se quiere rizar el rizo, con el mismo alambre se puede hacer un aro dentro del cual quede la lata, y se pueden colgar varias latas de un mismo soporte, de modo que el juego de movimientos y colores se enriquezca. A gusto de cada cual.
Esta vez la realización no es mía: lo encontré ya todo montado en casa de unos amigos que lo habían comprado a unos artesanos ambulantes en una playa gaditana. Así que me limité a fijarme en cómo se hacía y tomarle una foto: si veis que las latas de San Miguel y Cruz del Sur están algo desenfocadas es porque no quería dejar de sacar la imagen del fondo: un original del fotógrafo Evaristo Delgado.
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