Si bien hay varias zonas productoras de vino en British Columbia, la más célebre dentro y fuera de sus fronteras es la del valle del lago Okanagan (/ou·ka·NÁ·gan/), una tierra muy peculiar dentro del país porque es la única que reúne desde condiciones semidesérticas al sur (la influencia septentrional del desierto de Sonora llega hasta aquí, échale) matizadas por la presencia de masas de agua (muchos lagos) hasta, más al norte, la sombra de montañas (las Cascades, que ya no son las Rocosas, pero no son nada despreciables). Todo muy adecuado para el cultivo de la vid.
Viñedos en el valle: al fondo se vislumbra el lago Okanagan. La foto tiene exactamente una semana (y está tomada por un servidor, naturalmente).
Vamos a empezar la cata de vinos de esta VQA con un rosadito de Naramata, en la zona semidesértica del sur de la denominación. Aquí la bodega JoieFarm cultiva variedades borgoñonas aclimatadas al West Coast canadiense: con pinot noir y gamay se elabora el rosado de hoy, sin mayores complicaciones ni pretensiones.
Sale por unos 24$ (canadienses, esto es, unos 17€). Eso sí, veo difícil que lo encontréis por Europa, la verdad. Por eso trato de aprovechar y probar bebercios locales cada vez que viajo.
JoieFarm rosé 2017
JoieFarm Winery
VQA Okanagan Valley
12,8%
Catado el 3 de septiembre de 2018.
- Cereza abierto, limpio, con ribete grisáceo.
- Intensidad aromática media-baja: chicle de fresa, fresquilla (ya sabéis, la variedad de melocotón), fruta roja sin madurar. También un fondo cítrico (pomelo rosa).
- Punzante, ligero, fresco. Simple, sin taninos, de persistencia breve. Bah.
Fotografiado en el restaurante Hy's de Calgary (del que hablaremos con calma): por la ventana veis la 8ª avenida, columna vertebral de la ciudad.
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