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martes, 26 de febrero de 2019

Mikkeller 1000 IBU

Hace un lustro caté por vez primera IBUprofano, una pasada con 250 IBUs y, cuando publiqué su cata (de hecho sus catas, porque la hemos tomado un par de veces) os expliqué en qué consistía la escala IBU; hoy le vamos a dar caña a dicha escala, así que os animo a releer aquella entrada si no las tenéis todas con vosotros.

Aquí tenemos a la danesa Mikkeller, vieja conocida nuestra, con una propuesta tan interesante como engañosa: 1000 IBUs. Así se llama y esa es la pretendida medida de amargor que la birra tiene. ¿Qué pasa en realidad? Pues... os cuento.

A ver, como sé que os habéis vuelto a leer la entrada que os he citado antes, no hay problema en deciros que los IBUs, en realidad, más que una medida de amargor lo son de lupulización (si esa palabra existe) y que, además, no tiene en cuenta ciertos factores como el dry-hopping; así pues, es una medida de... IBUs. Y ya. Venga, sigo.

Como es una medida de la cantidad de lúpulo, uno puede añadir extracto de lúpulo, ¿no? Pues eso pensaron en Mikkeller, y ¡venga extracto! Algo que algunos han afeado y por lo que se han disculpado. Además, ¿quién mide el número de IBUs? ¿Un laboratorio independiente o la propia casa? Uno piensa que debería ser el primer caso, pero no nos engañemos: casi siempre es el segundo. La cerveza independientemente medida que más alto ha llegado anda por los 650; cuando se mide en casa se supera la cifra por unas 2000 unidades. Se nota la diferencia, ¿verdad?

Una vez dicho el párrafo anterior, llegamos a la conclusión de que ni estamos ante la birra con más IBUs (las hay con más del doble) ni la más honesta al respecto (que si extractos, que si mediciones propias). ¿Ante que estamos? Pues ante una IPA imperial danesa que se llama 1000 IBU. Ni más ni menos. ¿La vamos a catar? Claro que sí. ¿Queréis una IPA imperial amarga y rica? Pues os aconsejo la IBUprofano antes mentada, la verdad. Que no es que la de Mikkeller esté mala, pero es que la de Reptilian era la pera limonera. Y de alcohol están igual, por cierto.

Mikkeller 1000 IBU. IPA imperial danesa. 9,6%
Catada el 8 de febrero de 2019.
  • Cobre rojizo de capa media, con abundante crema leonada que, en desapareciendo, deja mucha espuma pegada a las paredes.
  • Intensidad aromática muy elevada (como cabía esperar): acícula de pino, pomelo (estos aromas eran esperables); también frambuesa (atiende) y, no os lo perdáis, papel satinado. No sé si sois como yo (imagino que no) que vais oliendo las hojas de los libros; si por cualquier razón lo hacéis, sabréis que las hojas suaves, duras, brillantes y, normalmente, a color tienen un olor especial, que no anda lejos del pomelo rosa (ya mencionado) pero algo diferente. Bueno, pues ese aroma está en la birra. Ea.
  • Ataque goloso. Paso amplio y fresco. Final muuuuy amargo (cabía esperarlo también) pero, atención, no agresivo. Persistencia elevada. Hay que decir que, además de ser un experimento interesante, se deja beber (siempre y cuando os gusten las IPAs, claro).
Servida en su propio vaso en la matritense cervecería Polar.

2 comentarios:

  1. Vaya, ahora solo hace falta que los paracetamoles se midan por “litronas”...

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    1. Jeee... Hablando de litronas:
      http://bebercio.blogspot.com/2014/09/mahou-clasica-100-cl.html

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