En la calle Luna, entre los barrios de Universidad y Malasaña.
¿Y qué caté allí? Pues tienen 20 grifos, pero me tomé una de botella (porque la que quería no estaba en ese momento de grifo). ¿Y cuál quería? Pues una de las más reputadas de la casa, y mira que tienen más de mil (1000) cervezas distintas.
¿Os acordáis de aquella maravilla tan rica cuan largo era su nombre, la Beer Geek Breakfast Brunch Big Blend? Pues esta es su antecesora, y se nota ya desde el nombre: Beer Geek Breakfast. Y punto, sin el resto. Se van a parecer, y van a tener sus diferencias.
Ambas son stouts con café; en este caso no es kopi luwak, sino un café gourmet indeterminado; aquella estaba envejecida en diferentes barricas, esta no tiene paso por ninguna. Estamos ahora ante un 25% de avena, 74% de malta de cebada y 1% de café premium, según nos cuentan.
El caso es que esta oatmeal stout es toda una institución, y ya tenía yo ganas de traérosla, caramba. Y qué mejor que para estrenar el pub matritense de Mikkeller, caray. Qué de exclamaciones, carape.
Mikkeller Beer Geek Breakfast. Stout danesa (aunque elaborada en Noruega) con café. 7,5%
Catada el 9 de febrero de 2019 en Mikkeller Bar Madrid.
- Nigérrima, brillante y limpia, de capa muy cubierta. Crema espumosa, pegajosa, duradera.
- Intensidad aromática alta, pero no muy alta. La primera nota es de chile picante; algo llamativo. Luego vienen otras más esperables: chocolate negro, café expreso, grano de café, vainilla... Esos son aromas que uno espera, pero aquí hay una fiesta aromática, y vienen acompañados de otros más peculiares: limaduras de hierro, salsa Maggi, incluso bacon. Muy variopinta, mola.
- En boca empieza suave, cremosa y dulzona, con gran potencia. El final es muy amargo y de persistencia muy elevada, con notas torrefactas y de hierbas amargas. Muy maja, la verdad, aunque creo que no tanto como la Big Blend. Pero por ahí anda (y vale la mitad).
En su copa, sobre su posavasos, en su pub... todo muy apropiado.
[Actualización a 27 de noviembre de 2022]: tras haberme acercado un par de veces y encontrarlo cerrado, ayer comprobé que, además, el local se vende. La aventura de Mikkeller en Madrid ha durado un suspiro (calculo que unos tres años). Afortunadamente logramos ir unas cuantas veces y catar birras interesantes, de las que esta fue la primera.
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