Estamos ante una de las mejores cervezas del mundo, una maravilla trapense que, curiosamente, solo había aparecido una vez en Bebercio, en formato de 75 cl y en su añada de 2014. Os animo a releer aquella entrada, plena de información.
El acceso a la abadía de Scourmont, donde se elaboran las cervezas Chimay.
Por si no os animaseis a releer, os recuerdo que la Chimay azul, que es la más compleja de cuantas elaboran los monjes de Scourmont y siempre sale al mercado con indicación de añada, recibe distintos nombres en función del formato en que se embotelle: bleue para las botellas de tercio, grande réserve para las de tres cuartos y magnum grande réserve para las que, como la de hoy, vienen en botellas de litro y medio.
Pese a que ha transcurrido casi un lustro desde la cata anterior, solo hay un año de diferencia entre ambas añadas: en formatos mayores las cervezas, como los vinos, envejecen mejor. Así pues, vamos a catar esta birra con cuatro añitos, nada menos.
Chimay magnum grande réserve 2015. Cerveza trapense belga refermentada en botella de 150 cl. 9%
Catada el 30 de julio de 2019.
- Pardo oscuro casi negro, de capa muy cubierta. Crema beige, espesa y duradera.
- Intensidad aromática media: ciruela, caramelo, chocolate, gominola de mora. Refresco de cola, furfural, vainilla, dulce de regaliz. Caray, qué de cosas.
- Amplia, estructurada, con tacto suave y aterciopelado. Fresca, sin salinidad ni amargor. Persistencia muy elevada. Enorme.
Tremenda botellaca, tapada con corcho (al igual que el formato de 75 cl).
¡Súper botellón! 😊
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