Bebercio cumple seis años

Feliz, feliz en tu día...

El 15 de abril de 2014 nació Bebercio, hace hoy exactamente seis años; y varias cosas han ocurrido desde entonces.

Durante las 2000 primeras entradas fue un blog diario, (durante más de un lustro); precisamente a lo largo de este sexto año que hoy se cumple llegó la entrada dosmilésima y con ella el cambio de periodicidad: de una diaria a dos semanales, miércoles y domingo (hoy es miércoles, todo encaja).

Hace justo un año se cerraba la página de Bebercio en Instagram, que había durado otro año exacto: no fue una buena experiencia, como os expliqué, y Bebercio volvió a ser un blog puro. Obviamente, con la experiencia que los años dan, unas cosas se pulen, otras nuevas llegan, las que no funcionaron desaparecen.

Como de costumbre, los números entre entradas dedicadas a vino y a cerveza siguen parejos (acabamos de superar las 870 de cada), aunque eso nunca ha significado que sean entradas alternas, ya lo sabéis: a veces hay varias entradas seguidas dedicadas a una de las categorías, pero siempre se terminan equilibrando, contad con ello.

La mayoría de los objetivos que nos propusimos al comenzar nuestra andadura se han cumplido, desde explicar las nociones teóricas de cata y sumillería de forma accesible hasta visitar los monasterios trapenses del Benelux (esa terna de países que visitamos cada año, meca de los cerevisiáfilos), pasando por catar productos de marca blanca al alcance de todos o grandes joyas al alcance de muy pocos. Los números de güisquis, vermús o aceites de oliva son más que decentes, como también nuestras visitas a distintos cafés y restaurantes (desde nuestro último cumpleaños hemos incorporado cinco estrellas Michelin más, por cierto).

Así pues, la principal misión de cara al año que tenemos por delante será completar y redondear, tratando de llegar a representar todas las DOs y todos los pagos de España y Portugal, algo que a veces se antoja una asíntota más que una posibilidad: por mucho que nos acerquemos siempre nos queda un poco más.

Obviamente es un viaje infinito y nunca llegaremos a destino, pero es el camino lo que merece de verdad. ¿Nos acompañáis?