De la uva verdejo hemos hablado en numerosas ocasiones, incluso para criticar la repetición de la misma fórmula una y otra vez con distintas etiquetas; la cuestión es que siempre hemos hablado de ella refiriéndonos a vinos. Lógico, ¿verdad? Pues vamos con una cerveza. ¿Eeeeh?
Ja ja ja, ¡sorpresa! Estamos ante una grape ale, una rareza todavía, que poco a poco cobra fuerza en el panorama cervecero, aunque hay que reconocer que de forma marginal y siempre alejada de los circuitos industriales.
¿Y qué es una grape ale? Como el nombre, en inglés, nos indica, una cerveza de alta fermentación con adición de uva. ¿Uva así, a cascoporro? No, mosto: el que se va a usar para elaborar vino, pero antes de fermentarlo. Fermentará después. No deja de ser una cerveza con adición de fruta pero, dada la versatilidad de la uva y el nexo con el vino, tiene unas potencialidades de las que otras frutas carecen.
Esta, en concreto, es la primera elaborada con uva verdejo (nos especifican "la primera cerveza artesana con uva verdejo ecológica", así que tengo mis incertidumbres; pero dado que no es una cosa tan habitual, otorguémosle el beneficio de la duda).
Colaboración entre mucha gente, principalmente SanFrutos, que la elabora en sus instalaciones, y REC Brew, cervecera nómada. También Herrero Bodega (para la uva), el bar Rubi de Segovia, la distribuidora ViHop, yo que me la bebí y vosotros que me leéis. Todos juntos y no sabemos si revueltos.
- Amarillo pálido, turbio, con crema blanquísima, escasa.
- Intensidad aromática media: de entrada, tufo de reducción. Vaya. Afortunadamente, se va al airear: servidla y esperad unos minutos antes de cata y pimple. Después, escarola, hueso de melocotón, piparra, limón, flores blancas.
- Seca en el ataque, con paso vivo. Carbónico punzante. Cuerpo escaso. Final de persistencia también escasa con amargor medio-bajo.
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