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domingo, 20 de junio de 2021

Årh Hvad?!

La cerveza belga trapense Orval es una seria contendiente a ser considerada la mejor del mundo y la que más personalidad tiene. Por supuesto, esto va en gustos, opiniones y días de la semana, pero si un servidor tuviera que elegir una birra de cabecera ya os digo que sería esta.

Por eso no es extraño que en Mikkeller, vieja conocida danesa nuestra, decidieran lanzar este plagio / homenaje, elaborando una ale inoculada con Brettanomyces lo más parecida que pudieran a la original del monasterio de Las Ardenas. Y lo hacen en las instalaciones de De Proef, que son belgas.

Ahora que lo mencionaba, ¿es plagio o es homenaje? Entendiendo aquello que decía Wilde acerca de la "imitación como el halago más sincero", hay que reconocerle a Mikkeller que en ningún momento se ha escondido, y que se reconocía que era su versión de la Orval. Además, el laberíntico nombre, que en danés significa algo así como "¿mande?" o "¿qué diantres?", se pronuncia (en danés, claro) casi igual que Orval.

Ojo, que la cita de Wilde no termina ahí, sino que continúa: "La imitación es el halago más sincero... que la mediocridad puede rendir a la grandeza" (Imitation is the sincerest form of flattery that mediocrity can pay to greatness"), y aquí entra el tema del plagio: la propia Orval demandó a Mikkeller pero, cosa curiosa, fue por la pronunciación idéntica de los nombres. ¿Qué hizo Mikkeller? Le cambió el nombre pero no cambió la receta.

Esto quiere decir que la entrada de hoy es, sensu stricto, para una birra que ya no existe, puesto que se llama ahora Hva Såå?! (que significa algo del tipo "¿qué pasa?"), aunque la realidad es que se trata exactamente de los mismos perros con distintos collares. Y, hechas las presentaciones, catemos:

Årh Hvad?! Ale danesa elaborada en Bélgica imitando a Orval. 6,8%
Catada el 13 de abril de 2014.
  • Naranja ambarino, turbio, con crema blanquecina e irisaciones verdosas. La fase visual es idéntica al original.
  • Intensidad aromática media: naranja amarga, levadura fermentando (de momento vamos bien) y... agua sucia de haber fregado. Mal.
  • A diferencia de la original, aquí el carbónico es agresivo (con la Orval eso no pasa ni cuando se bebe joven). Acuosa, desestructurada, con la acidez descompensadísima. Un churro.
De mi colección de labelofilia. Fijaos en que el homenaje / plagio llega hasta imitar el sello hexagonal de los auténticos productos trapenses, como la Orval original. Obviamente se trata solo de forma, tamaño y ubicación (que no es poco): dentro del hexágono está el bombín de Mikkeller.

 

¿A qué conclusión hemos llegado? Pues que al igual que no por mucho madrugar amanece más temprano, no por mucho añadir Brettanomyces a una cerveza te sale Orval.

Eso sí, voy a intentar encontrarla con el nuevo nombre y volverla a catar (puede que hasta envejecerla), a ver si algún cambio se ha operado con el devenir de los años.

 

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