Hola, resalaos,
Acabo de volver de nuestro periplo anual por Bélgica, tierra prometida de los cerevisiáfilos, y vamos a empezar por todo lo alto, con una cerveza que requiere vestirse de etiqueta: con ustedes, 3 Fonteinen Framboos (y nada menos que con 7 años).
Ya hemos catado varias cosas de esta casa especializada en lambic, como su cuvée Armand & Gaston o su oude geuze, pero estamos ante, quizás, la cerveza mejor reputada de la casa, y una de las que cuenta con mejores reputaciones del mundo (y no solo en su estilo, sino en cualquiera).
Cuenta con un 30% de frambuesas frescas del entorno (Pajottenland) que se añaden a la lambic joven de la casa (que, pese a lo de "joven", ya lleva dos años y medio envejeciendo en barrica). Solo se elabora en añadas muy concretas (desde 1990 solamente seis veces), la última de las cuales fue 2018 y, anteriormente, 2014 (la que vamos a catar).
Es fácil verla nueva por encima de 50 €; las escasas botellas de añadas antiguas van subiendo de precio de forma exagerada. Esta de 2014 se puede encontrar por 100; la ventaja es que todavía quedan en la casa matriz y, si uno tiene la suerte de pasar por Beersel y acercarse, puede degustarla sin tener que pedir un préstamo.
3 Fonteinen Framboos 2014. Lambic belga con adición de frambuesa fresca. Fermentada y envejecida en barrica. 6%
Catada el 28 de agosto de 2021 en el Lambik-O-droom.
- Capa entre cereza y fresa (pero no frambuesa), con irisaciones color teja. Sin carbónico visible ni crema alguna. Recuerda, en fase visual, a un rioja viejo.
- Intensidad aromática muy elevada. Efectivamente, la primera nota es frambuesa; también fresa, grosella roja, granada (todas ellas muy ácidas). Tierra, arcilla, celofán; notas acídicas nuevas como vinagre balsámico, guindas al marrasquino o yogur natural e, incluso, variantes encurtidas. Mermelada de fresa, oliva verde, pepinillos... Muy compleja y diversa en nariz, invita a oler la copa una y otra vez.
- En boca resta un mínimo de carbónico. Es muy seca (pese a la fruta) y muy, pero que muy acídica. Sin embargo, no es agresiva: suave, delicada, con cuerpo medio-bajo. Paso lento, no obstante. Umami evidente en dicho paso, y salinidad notable. Final sin amargor pero con todos los demas sabores unidos: umami-seco-salino-acídico. Persistencia muy elevada. Por vía retronasal llegan notas nuevas: flores rojas (sobre todo, y de forma muy clara, hibisco), fresas silvestres. Muy grande, pero es complicada y requiere que el catador sepa apreciar este tipo de cervezas.
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