Vamos con un albariño que ya hemos catado, hace tan solo unos meses, en su añada anterior, pero quién lo diría: han cambiado la etiqueta, la botella y el diseño. Eso sí, mantienen el escudito basado en una serie de nudos. Muy manuelino. Y vamos a comprobar que también mantienen la calidad. Pero no adelantemos acontecimientos.
Pazo Cilleiro 2020
Bodegas Pazo Cilleiro SL
DO Rías Baixas
13%
Catado el 15 de enero de 2021.
- Amarillo pálido con irisaciones doradas. Limpio.
- Intensidad aromática media. Pera conferencia muy evidente. También chirimoya y hierba. Mola.
- Algo de carbónico remanente (se nota que llevaba poco tiempo embotellado). Muy vivo. Cuerpo medio. Persistencia media. Notas de lichi por vía retronasal. Muy rico.
Vamos a comparar, aunque solo pasaran 26 días entre cata y cata, las dos añadas, a saber: 2019 y 2020, la una envejeciéndose (para un vino del año) y la otra recién embotellada; la una con la botella y la etiqueta antiguas; la otra con el nuevo aspecto.
La capa es menos dorada en el jovenzuelo, eso es lógico, pero vayamos a lo que interesa, empezando por el olfato: es curioso que, ya sea joven, ya viejo, se mantengan ciertas notas como la chirimoya. Antaño había plátano, hogaño pera; es perfectamente comprensible y esperable. Donde en la juventud tenemos hierba, en la vejez hierbas de tocador y cardamomo. Una evolución de libro.
En boca al joven le queda todavía carbónico de la fermentación: es normal. Tan vivo como es de joven, se torna metálico en la vejez, aún con frescor. Persistencia media siempre: las notas retronasales evolucionan del lichi de juventud a la piña de madurez. Conclusión: un vino formidable al principio y al final. Estamos contentos.
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