Quod superius 2016

Ya hemos catado la añada de 2013 de este tinto, vamos ahora con la de 2016. Como todo vin de prestige que se precie, no sale todas las añadas, sino solo aquellas en que la bodega considera la calidad superior.

El de antaño tuve ocasión de catarlo en una cata de Pifema organizada en el espacio Harley; este en una cata de Verema en el hotel Palace de Madrid. Todo esto lo digo para presumir de lo mucho que me invitan a eventos y a beber gratis, como si fuera un vulgar socialite.

La hermosa sala Julio Camba del Palace durante la celebración del evento. Había gente, la verdad.

 

A ver, a lo que estamos, Paula: siguen elaborando de la misma manera, esto es, cada una de las cuatro variedades que conforman este polivarietal (bobal, cabernet franc, merlot y syrah) se vinifican y envejecen por separado nada menos que 20 meses; luego se escogen las barricas que han salido mejor y se elabora el coupage, que se envejece otros 10 meses más en barricas nuevas de roble francés. No está mal.

Quod superius 2016
Bodegas Hispano+Suizas
DO Utiel-Requena
14%
Catado el 7 de junio de 2021.

• Granate de capa media, no muy brillante y con ribete cardenalicio.
• Intensidad aromática elevada: frutas del bosque en licor, hogar, carne a la brasa, mineral (tierra).
• Potente, salino, con cuerpo medio. Paso equilibrado, taninos bien pulidos. Largo, con nuevas notas de sal en el final. Muy majo.

Como en la ocasión anterior, es la contraetiqueta la que trae el grueso de la información, incluyendo la añada, que es por lo que la botella nos está dando la espalda. No es que se haya enfadado, tranquilos. Ampliad para verlo todo mejor, que se puede.

 

Vamos a comparar añadas, que mola: la fase visual, tan peculiar, es sorprendentemente parecida: no muy brillante, ni muy oscura, demostrando que no priman la extracción sobre otros factores. La fase olfativa también tiene puntos de contacto: por un lado, las frutas del bosque (aunque eso es un clásico en cualquier tinto); por otra, la nota mineral, que antaño se acercaba más al crayón y hogaño más a la tierra.

Por último, en fase gustativa volvemos a características constantes que lo diferencian de otros vinos, desde esa salinidad tan llamativa (que es agradable, no os engañéis) hasta el alejamiento de la corpulencia, algo que vuelve a denotar que no buscan la extracción sin más, sino la estructura y la complejidad. Muy buen vino, y además distinto.

Por cierto, con la de hoy hemos llegado a las 2300 entradas en Bebercio. Se dice pronto.