Samichlaus Classic (embotellada en 2019)

¡Feliz Navidad!

Ya sabéis que la figura de Papá Noel-Santa Claus, tan relevante el día de hoy, se basa en San Nicolás de Bari, obispo del s. IV. Y la birra que vamos a catar, también.

Al principio de la andadura de Bebercio, ya catamos la Samichlaus (por antonomasia, esto es, la Classic) en su edición de 2013.

Sabéis que es una cerveza rara, elaborada solo una vez al año el día de San Nicolás (6 de diciembre) y envejecida durante 10 meses antes de embotellarse al año siguiente; cada tirada lleva en la etiqueta el año en que se embotelló. Es, además, una birra que envejece muy bien en botella.

Aquella edición de 2013 la catamos justo antes de cumplir los dos años, entre lagering y tiempo en botella; hemos vuelto a catar esta cerveza, y en este caso hemos rebasado justo los dos años: se elaboró el 6 de diciembre de 2018, se envejeció diez meses hasta octubre de 2019, que es cuando se embotelló (como reza la etiqueta) y la catamos pasado el 6 de diciembre de 2020, por lo que los dos años cumpliéronse. Y, dos años después, la publicamos.

Al tener dos catas de dos años diferentes podemos comparar. Ya os digo la primera diferencia: la etiqueta de antaño era negra y plateada; la de hogaño cobriza y plateada. ¿Mercadotecnia?

Samichlaus Classic (embotellada en 2019). Doppelbock austriaca. 14%
Catada el 10 de diciembre de 2020.

• Parda ambarina, con irisaciones rojizas, y crema beige compacta pero ni muy espesa ni muy duradera.
• Intensidad aromática elevada: canela, vainilla, caramelo quemado, butterscotch. 
• Dulzona y potente en el ataque. Paso oleoso, bien equilibrado. Final persistente, sin amargor. Rica, y mucho, pero ¡ojo! Emborracha mogollón.

Servida en su copa en la nueva cervecría Oldenburg, Madrid.

 

Si comparamos, aparte del cambio de color de la etiqueta (y de ubicación de la cata), podemos ver que la cerveza se mantiene bastante constante de año en año, incluso de lustro en lustro.

Estamos ante una cerveza más o menos rojiza, virando a parda, con crema escasa: la de hogaño algo más parda y con más crema, pero tampoco demasiada. Los aromas son en la de antaño más frutales, en la de hogaño más cercanos a las fragancias de especias. En boca siempre dulzona y potente, con paso graso y nulo amargor. 

Una grandísima cerveza de postre o, mejor todavía, para beber con calma junto al fuego en estas fiestas.

Espero que Samichlaus-Santa Claus-Papá Noel os haya traído regalos estupendos.