Buscar en Bebercio

Donar

miércoles, 27 de marzo de 2024

Rodenbach Alexander

Cuando, en los primeros meses de nuestra andadura, catamos la Rodenbach Grand Cru os expliqué en qué consistía el estilo roja de Flandes: tal vez las cervezas más vinosas que hay en todo el panorama cervecero.

Desde entonces hemos catado varias birras más de esta casa flamenca, como la fabulosa vintage 2012 o la no menos relevante Caractère rouge, tanto en su tirada original limitadísima cuanto en su versión actual algo más comercial.

Pues bien, hoy os traigo otra maravilla que no se salta un galgo: Alexander. Llamada así por el señor Alexander Rodenbach, a la sazón un político ciego belga del s. XIX que se metió a maestro cervecero. Para conmemorar el segundo centenario de su nacimiento se lanzó una edición limitada de esta roja de Flandes con adición de cerezas agrias y envejecimiento en fudres, que se fue renovando de año en año hasta que, con el cambio de milenio, se dejó de hacer.

Resulta que la gente la echaba de menos, y empezaron a pedir que volviera, y tanto dieron la brasa que, en 2016 volvió. Primero a los que más barrila habían dado, los norteamericanos; después los belgas dieron la paliza hasta recuperarla y, finalmente, la tenemos por aquí. ¡Bieeeen!

Alguna cosa ha cambiado, pero es básicamente la misma que antaño: una mezcla de cerveza envejecida durante dos años en fudre (dos tercios de la mezcla) y cerveza nueva (un tercio), todo ello macerado con puré de cerezas. Catémosla:

Rodenbach Alexander. Cerveza roja de Flandes envejecida en barrica. 5,6%
Catada el 28 de mayo de 2021.

  • Capa entre cobriza y bermellón, con crema espumosa rosada, efímera y poco pegajosa.
  • Intensidad aromática muy elevada: por supuesto, la nota más llamativa es de cerezas, pero no tanto el Chupa-Chups de Kojak como un paseo por el Jerte en su momento. También hay notas de levadura silvestre, de heno, tierra húmeda, arcilla, algo de cuero...
  • En boca es seca, pero no muy seca. Acídica, jugosa, con más cuerpo de lo que esperaba. Es bastante gorda, recubre bien la boca (esto no es habitual dentro de este estilo). El final es muy largo, ligerísimamente amargo, con nuevas notas acídicas y secas. Por vía retronasal aparecen otra vez las cerezas, acompañadas de fresas y de tierras arcillosas. Una delicia.
Servida en flauta Villeroy & Boch y fotografiada con luz natural, para que veáis la capa tan alucinante que tiene.
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario