La única añada de este vino que hemos catado con anterioridad es la de 2011, y entonces os comenté que los ribeiros, generalizando, son vinos de consumo inmediato y no de guarda, pese a que aquel resistió el paso de un lustro entero cual campeón.
Hoy catamos la añada de 2020 a principios de 2021, tiempos más canónicos (hablo de cuándo se cata, no de la fecha de publicación, ojo). Compararemos con aquella (empezando por el diseño de la etiqueta, que ha cambiado ligeramente, pese a que la tipografía gótica sigue siendo la misma).
Atención: ha habido más cambios que los puramente cosméticos. La bodega ya no se llama Viña Costeira, sino Pazo, a secas; por otra parte, el grado ha subido del 11 al 12%.
Pazo
DO Ribeiro
12%
Catado el 27 de marzo de 2021.
- Amarillo muy pálido, limpio.
- Intensidad aromática baja: fruta blanca (limón, chirimoya, piña). Un rastro de hierba.
- Seco (pero no mucho), con cuerpo medio-bajo. Acidez algo descompensada. Final algo pegajoso, con taninos bajos pero presentes. No es muy bueno.
Comparando ambas añadas, separadas una década y teniendo en cuenta que la de antaño se cató tras un lustro y la de hogaño tras seis meses, es evidente que el vino es constante: la fase visual es idéntica, la olfativa, la verdad, tres cuartos de lo mismo, y la única diferencia la encontramos en la gustativa, pero solo en el matiz de la persistencia en boca: antaño larga, hogaño reducida. Va a resultar que le viene bien el tiempo en botella.
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