Hoy os voy a contar una batallita al hilo de una magnífica cerveza y un estupendo pub, ambos de lo más ingleses. Son anécdotas, sí, pero van acompañadas de fotos y creo que merecen la pena. Empiezo.
El año pasado tuve la fortuna de recalar en Londres -maravillosa ciudad que recomiendo encarecidamente- y aproveché para intentar beber unas cuantas cervezas inglesas, tanto en pubs cuanto compradas en supermercados, pero todo local, por favor.
Un día fui a comer a un restaurante indio con mi amiga Lola, residente en Londres por aquel entonces. En este restaurante se empeñaban en tener únicamente cervezas que no eran inglesas, de esas que encuentras en cualquier lugar del mundo (Birra Moretti, Cobra), algo reñido con mi idea de beber local. Les pregunté si tenían alguna otra, y me respondieron que tenían una "English ale". Así, sin más. Como cumplía lo de ser local, la pedí, sin saber nada más. Y esa fue la primera vez que probé Hobgoblin.
Me trajeron una botellaca de medio litro con un trasgo la mar de feo en la etiqueta (hobgoblin significa eso, trasgo) y fue probarla y enamorarme. Qué rica, oiga. Además, con la historia de ser local, en un restaurante extraño, sin otras cervezas novedosas... se enriquecía.
Meses después, fui solipandi a Canterbury -igual que en el caso de Londres, no puedo dejar de recomendaros que visitéis esta maravilla de ciudad- donde paré a comer en un pub de lo más tradicional, justo frente a la entrada de la impresionante catedral; pub que se llama The Old Buttermarket (y que forma parte a día de hoy de la cadena Nicholson's de pubs tradicionales).
La fachada del local. Se dice que había túneles que conectaban la catedral con el establecimiento, que ha venido existiendo -de una forma u otra- desde el s. XVI.
Cuando entré a comer algo, me fijé en que había cartelitos de Hobgoblin por todas partes (en la foto de la fachada se ve uno a la derecha de la puerta). ¿Qué pasaba? Que esa noche era Halloween, toma ya, y Hobgoblin, con su trasgo, se hace llamar "La cerveza no oficial de Halloween". Dado que ya había tenido una más que grata experiencia con esta ale en la anterior ocasión mencionada, decidí acompañar mi almuerzo con un par de pintas.
Aquí tenéis el interior del pub. Si ampliáis la foto podréis ver banderolas naranjas de la cerveza en la barra e, incluso, una calabaza sobre el grifo. Halloween lo peta entre los anglosajones.
Ya que esta es una entrada mixta -cata de cerveza y reseña de restaurante- os cuento el único plato que probé (sí, ya sé que normalmente pruebo la mitad de la carta, pero qué le voy a hacer):
Vegetarian Wellington: una cosa curiosísima. Como sabréis, el buey Wellington consiste en recubrir un solomillo con foie gras y salsa duxelles y luego envolverlo en hojaldre antes de hornearlo; pues bien, en esta versión vegetariana el solomillo se sustituye por espinacas y el foie gras por queso Brie. Además se acompaña de patatas cocidas y judías verdes. Total: una bomba difícil de acabar.
Por cierto, podéis ver -casi terminada- la primera pinta de Hobgoblin, y el posavasos que me llevé de recuerdo. Tranquilos si no la veis bien, que viene otra foto ahora.
The Old Buttermarket
Manager: Philip Dodd
39 Burgate st, CT1 2HW, Canterbury
+44 (0) 122 746 2170
http://www.nicholsonspubs.co.uk/theoldbuttermarketcanterbury/
Precio medio: £25
Venga, y ahora vamos a hacer la cata de la cerveza, que la hemos dejado para el final. Es una birra con amplia distribución, relativamente fácil de encontrar fuera del Reino Unido (en tiendas especializadas, eso sí).
Hobgoblin. Red ale inglesa. 5,2%
Catada el 22 de agosto de 2013.
- Rojo rubí oscuro (llama la atención lo roja que es). Capa abierta. Crema color marfil abundante y consistente.
- Intensidad aromática media-alta: chocolate, café, hierro, yodo...
- Fresca, punzante, envolvente. Amargor final muy grato y largo que trae recuerdos de torrefactos. Formidable.
Podéis ver lo roja que es la cerveza, y también el trasgo que le da nombre y le sirve de mascota en la etiqueta, en la chapa -si ampliáis- y en el posavasos (que viene de Canterbury).
Espero que hayáis disfrutado con esta entrada mixta de cerveza y restaurante, un 2x1 en toda regla.
Gracias por vuestra atención, un abrazo a todos.
Querido amigo. Estoy bebiéndome (que no catando) esta birra, y me parece muy buena. La etiqueta no es exactamente igual, pero yo creo que es la misma, aunque a mí me parece que el color es más tirando a negro que rojizo, pero bueno. Ha sido un regalo y cuando la he abierto y he visto que era tan tostada he pensado que no me iba a gustar, pero me ha sorprendido. Rica, rica….
ResponderEliminarCuánto me alegro. A tu salud, amigo mío. A ver si pronto podemos brindar y beber juntos.
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