En este Día de Todos los Santos, cuya víspera, Halloween, ha dejado de ser patrimonio anglosajón para celebrarse en todo el mundo, paréceme apropiado catar una cerveza de calabaza, dado que uno de los símbolos de dicha víspera es el Jack-o'-lantern, la calabaza transformada en farol.
No es esta la primera pumpkin ale que probamos, ni siquiera la primera española (se trata de un estilo eminentemente estadounidense), aunque no es que estemos muy acostumbrados. Y, desde luego, la fecha es idónea.
Son cervezas normales, de malta de cebada, a las que se añade calabaza; no es que sea la calabaza lo único que se fermenta. Esta, además, lleva canela, que le va muy bien; en ocasiones se la denomina "La Sagra calabaza y canela", pero en la etiqueta que veréis en la foto dice solo lo de la calabaza, así que a eso me cierno.
- Anaranjado rojizo, turbio, con crema beige que mengua rápido y deja una fina lámina.
- Intensidad aromática media-alta: por supuesto, calabaza; también fresa, zanahoria, tabaco... No noté la canela, y mira que es evidente por regla general.
- Corpulenta, con buen umami y carbónico contenido. Por vía retronasal llegan notas de Peta Zetas de cola. Es una cerveza para beber fresca, no fría: así se apreciarán mejor los aromas y matices.
Qué envidia me das, este año me ha sido imposible encontrar ninguna cerveza de calabaza... ¡y no será por falta de búsqueda!
ResponderEliminarMato un poco el rancho con tu cata y con el recuerdo de La Sagra calabaza, que sí he podido probar, con mucho gusto, un par de veces.
Un saludo,
Sergio.
¡Feliz Halloween!
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