Este vuestro servidor pensaba que ya no iba a traer a Bebercio más catas de las que llama "de hemeroteca" que, como bien sabéis (los dos o tres que nos leéis desde el principio), son aquellas realizadas antes del advenimiento de este formidable blog y que, muy a nuestro pesar, no tienen foto propia (hemos de tirar de los Internetes).
Pues resulta que el ínclito sumiller va y se pone a limpiar altillos y, entre cantidades ingentes de polvo, restos informáticos de cuando Internet 1.0 y nidos de icneumónidos, van y salen unos cuantos cuadernos con catas de la primera década de este s. XXI. Y lejos de ser todas ellas esquemáticas y descartables, resulta que hay varias que no solo se pueden aprovechar sino que arrojan luz sobre vinos que difícilmente íbamos a encontrar ahora (al menos a precios razonables).
Vamos a empezar con una joya. He comprobado que de la bodega Emilio Moro solo hemos catado su crianza epónimo de 2007 (misma añada que el que hoy traemos). No deja de asombrarme que hayamos catado tan poquito de una bodega que me gusta tanto y de la que he bebido multitud de referencias (aunque es obvio que me he despistado y no las he catado, solo pimplado). Trataré de ponerle remedio, empezando, como decía, con esta joya:
La gama media-alta de Emilio Moro se llama Malleolus, y es ya un gran vino. Cuando subimos a la gama alta-altísima nos encontramos con dos tocayos que difieren en el apellido: Malleolus de Valderramiro y Malleolus de Sanchomartín (los apellidos se refieren a los pagos de los que vienen las uvas). Ambos son soberbios y muy caros; curiosamente, siendo el de Sanchomartín sensiblemente más caro (115 € frente a 85) resultó que me gustó más el menos gravoso, que es el que hoy catamos. Por cierto, la bola de cristal de la Web me revela que los precios no han variado en más de una década.
Monovarietal de tempranillo de viñas viejas (80-85 años), tiene 18 meses de crianza. Y os aviso: es un vino claramente parkerizado, pero muy bien parkerizado. Muy rico dentro de los parámetros del señor Parker y con un gran potencial de guarda.
Aunque lo caté dos veces (en las presentaciones de 2010 de Navarro y Peñín en Madrid), y tengo ambas catas escritas por separado, voy a juntarlas y dar la cata amalgamada, porque se parecen mucho y son claramente complementarias (tampoco hay que volverse repetitivo). En fin, vamos allá.
Bodegas Emilio Moro SL
DO Ribera del Duero
14,5%
Catado el 20 de septiembre y el 26 de octubre de 2010.
- Picota, de capa cubierta.
- Intensidad aromática muy elevada. Complejo: notas terciarias predominantes (tabaco, clavo, maderas exóticas, cedro), también ahumadas (brasas del hogar, chuleta de Sajonia) y balsámicas. Pese a la presencia gigantesca de la madera, están presentes las frutas rojas y las notas metálicas.
- En boca es carnoso, potente, con un final largo, muy largo, en el que vuelven los toques ahumados y de madera exótica. Muy bueno.
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