Cuvée Delphine 2009 (tras 12 años en cava)

Para nuestra primera cerveza de 2023 en Bebercio vamos a empezar por todo lo alto.

En nuestros periplos anuales por el Benelux sabéis que es habitual que recalemos en ese templo cervecero que es Kulminator, en Amberes, donde Leen y Dirk envejecen multitud de cervezas en una habitación transformada en cava, y donde nos gusta aposentarnos en un rincón escondido a cielo descubierto donde solo parecen ser habituales los gatos. Qué grande.

Un esquinazo del mencionado rincón.
 

También sabéis que es habitual que pidamos grandes cervezas ya conocidas pero con un envejecimiento cercano, o incluso superior, a la década. Y no es raro que esas grandes cervezas vengan de DSB (De Struise Brouwers): Pannepot 2009 con 10 años o Black Albert batch 0 con otros 10 son buenos ejemplos.

Hoy no nos vamos a quedar cortos: vamos con esa maravilla conocida como Cuvée Delphine, que ya hemos catado y que consiste en una Batch 0 envejecida en barrica de bourbon Four Roses; en este caso el tiempo en cava es algo superior: 12 años. Por cierto, la añada de 2013 tenía un 11% de alcohol, pero esta de 2009 es superior: 13% (no os creáis que es un error).

Cuvée Delphine 2009 (con 12 años de envejecimiento) . Imperial stout envejecida en barricas de roble que previamente han contenido bourbon Four Roses. 13%
Catada el 30 de agosto de 2021 en Kulminator.

• Parda tan oscura que es negra. Brillante, limpia, con crema moka, consistente, y que está, aún hoy, prensente aunque sea fina. La añada más reciente apenas desarrollaba crema.
  
• Intensidad aromática elevada, aunque no muy alta. Variedad aromática compleja: caramelo, humo, pruna, caramelo de café, vinagre balsámico, tomate, chacinas, tabaco, café molido... Hay ciertas notas de oxidación y de polvo que revelan la edad (quizás con una década clavada hubiera estado en su momento óptimo, pero sigue muy arriba).
• Carbónico contenido, pero todavía presente (en la añada de 2013, que catamos con "solo" seis años, era muy evidente). Cremosa y suave, con paso muy graso, dulzón (la menos envejecida era más seca). Viva, con buenísimo umami. Amargor muy alto pero nada agresivo (en esto no varía). Larga, con mucho café por vía retronasal (en esto tampoco). Genial.

 

El polvo que tiene la botella y la decoloración de la etiqueta atestiguan el tiempo envejeciendo en cava.

Si bien las añadas han variado (el diferente grado es prueba de ello), a la de 2013 le faltaba todavía desarrollo allá por 2019. A esta de 2009, no obstante, le sobra un pelín de guarda en 2021. ¿Qué se puede colegir? Que muy probablemente 10 añitos sea el envejecimiento perfecto.