En la 34ª edición del Salón Gourmets catamos Venerable, un PX viejísimo de la casa Osborne; en la 35ª edición vamos a catar Capuchino, un palo cortado viejísimo de la misma casa. Dos primitos, pues.
Se llama así porque, según nos cuentan, la solera se fundó en 1790, año en que los hermanos menores capuchinos (orden mendicante franciscana) llegaron a Jerez de la Frontera. Estamos ante un VORS: los vinos más jóvenes tienen al menos 30 años (obviamente, la parte más vieja data de la fundación de la solera, telita),
Atención: es una maravilla, como a continuación comprobaremos; pero una maravilla cara: 90 eurazos el medio litro. Me juran en la bodega que es un palo cortado obtenido por accidente (como deberían ser todos, pero solo son unos pocos). Os recuerdo que el palo cortado es, teóricamente, un vino de crianza inicialmente biológica (fino o amontillado en fase temprana) que pierde prematuramente su velo de flor SIN echarse a perder. ¿Por qué y cuándo pasa esto? Pues no se sabe, y eso hace que no se pueda replicar: si ocurre, ocurre. Accidente afortunado.
Bodegas Osborne
DO Jerez-Xérès-Sherry
20%
- Topacio ambarino con ribete grisáceo.
- Intensidad aromática muy elevada, con notas habituales del estilo mezcladas con otras muy peculiares: nueces (esto es normal), castañas (esto no tanto), hogar, hierro (nos vamos alejando), e incluso cacao. Muy peculiar, un vino para dedicarle tiempo y atención.
- Sequísimo y potentísimo, con buena gordura en el paso (pero sin exagerar). Pungente, salino, muy amplio. Taninos marcados, pero nunca agresivos. Final muy largo, con notas renovadas de lo que percibimos en la fase olfativa. Genial, de los mejores palos cortados que un servidor ha probado.
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