Jurançon es una AOC (denominación de origen) del suroeste galo, en el departmento de los Pirineos atlánticos y ubicada en el pre-Pirineo (algo así como la DO española Somontano, en Huesca, pero en la vertiente norte de la cordillera).
Produce vinos blancos a partir, fundamentalmente, de las variedades petit manseng y gros manseng (llamadas ixkiriot ttipi e ixkiriot handi en euskera). Aunque hay otras tres variedades autorizadas, las dos mencionadas deben representar, al menos, el 50% del vino y, en muchos casos (como el que hoy nos ocupa), representan el 100%.
Si bien es cierto que se elabora cierta cantidad de blanco seco (llamado, de forma muy original, jurançon sec), el grueso, desde el principio de la historia de la AOC, es blanco abocado (llamado jurançon a secas). Ojo, hablamos de abocado, no de dulce (moelleux, pas doux).
Hoy os traigo el primer vino de esta AOC que catamos en Bebercio. Lo elabora Jean-Marc Grussaute, que fue elegido enólogo del año en 2023, y toda la agricultura es ecológica. Como os decía, solo se usan las variedades preferentes (en concreto, un 70% de petit manseng y un 30% de gros manseng), todas ellas pasificadas para lograr una concentración natural de azúcares. Luego, seis meses en barrica con sus lías.
- Dorado pálido, abierto, limpio y con lágrima media.
- Intensidad aromática elevada: membrillo, limón, caramelo de limón, hierro.
- Abocado, vivo, con buen metal. Amplio, con final largo y taninos escasos. Juraría que por vía retronasal llega cierta nota botritizada.
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