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domingo, 20 de septiembre de 2020

Taylor's 2003 Vintage

Cuando, hace un lustro, catamos aquella maravilla que era el Taylor's 1964 SH os expliqué la diferencia entre colheita y vintage; aquella era colheita, esta es vintage. Así vamos cerrando círculos, aunque este sea el primer vintage de Oporto que llega a Bebercio (qué apuro) [Revisando me he dado cuenta de que sí habíamos catado previamente: nada menos que la maravilla de Dow's vintage 1985, a mediados de 2015 (ya ha llovido); colheitas tenemos desde el primer vino de Oporto que catamos en Bebercio].

Un vino de este tipo pasa poco tiempo en contacto con el roble pero para desarrollar su pleno potencial debe pasar largo tiempo en botella. Haceos una idea: la vendimia de este fue en 2003, y se embotelló (lo especifican) en 2005 tan solo. A partir de ahí, botella, y lo vamos a catar en 2020, 15 años después de embotellarse. Bueno, pues es demasiado pronto.

¿Pronto? ¡Pero si lleva 15 años esperando! Prontooooo... Que os lo estoy diciendo, caramba: estos vinos pueden, y normalmente deben, envejecer no ya décadas (en plural, este no lo cumple) sino hasta algún siglo. Y esos cuestan pastarraca, no nos engañemos.

La añada ha sido calificada como excelente, y el propio gurú Parker nos dice que va a ser de las mejores de Taylor's;  pero es muy pronto para catarlo, aunque lo estemos catando ya (contradicciones tiene la vida).

La ocasión se me presentó en la Pousada de Estremoz, donde era el único vintage que tenían por copas (había otros muchos, solo por botellas, a precios estratosféricos que huían de mi presupuesto exiguo). Woe is me!

Taylor's 2003 Vintage (bottled in 2005)
Taylor, Fladgate & Yeatman
DOC Porto
20.5%
Catado el 24 de julio de 2020.
  •  Nigérrimo, limpio y brillante, muy oscuro (por eso digo "nigérrimo"), con ribete color parduzco e irisaciones rojizas. Escasa lágrima.
  • Intensidad aromática, atención, media-baja. Sí. Empieza, además, cerrado. Sí. Con paciencia, dejando que abra, sin beber a lo loco, surgen notas de pasas, de arándanos rojos (cranberries), de sirope de fresa. Si es que os digo que le faltan años en botella...
  • Potente, cálido, con paso vivo y con buenos metal y umami. Vamos, que en boca muy bien. Final largo, con cierto humo y fresas y cerezas, de persistencia, aquí sí, elevada. Rico, aunque es obvio que le faltan años de envejecimiento.
 Y si uno se quiere comprar una botella, ¿por cuánto sale la broma? Por cien lereles, pequeñuelos. Y eso, ahora: dadle tiempo, que solo va a subir.
 

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