Hace casi una década (se dice pronto) os hablé de lo fuerte que estaba la escena cafetera londinense, y como muestra os dejé aquel botón (con los años llegarían más ejemplos, como este o este otro). Pues bien, hoy os voy a hablar no de Londres, capital de Inglaterra (y de todo UK), sino de Cardiff, capital de Gales, otra de las naciones que integra el Reino Unido.
Y es que, por utilizar la misma terminología que en el párrafo anterior, la escena cafetera cardifiana (parece que ese es el gentilicio adecuado, corregidme si me equivoco) está fortísima. Igual que dije respecto a Londres la década pasada, os digo ahora que en cada rincón de Cardiff te puedes encontrar una cafetería dedicada solo a dar café de calidad.
Antes de entrar en harina con el local, dejad que os hable de una idiosincrasia particular de la capital galesa: sus arcades. Tan idiosincráticos son, que a la ciudad se la denomina también City of Arcades, telita.
¿Y qué son? Cuidado con la polisemia: no estamos aquí hablando de locales recreativos llenos de maquinas de videojuegos (en los que servidor ha pasado incontables horas de adolescente), sino de pasajes comerciales cubiertos con techos transparentes y a los que se accede desde la calle a través de un portal enorme en la fachada de un edificio, que se atraviesa (normalmente se atraviesan varios) y se sale a otro lado, por otra fachada y otro portal, a otra calle. Desde luego, Cardiff no es la única ciudad con este tipo de pasajes (me vienen a la mente Bruselas, Calgary o Milán).
El acceso a Royal Arcade, el más antiguo de todos (1858).
Castle Arcade, de 1887, visto desde un puentecito en la primera planta. Cristal y madera, luz natural y protección de las inclemencias del tiempo (en Gales llueve mucho, y casi todo el año).
Y aquí, el precioso acceso a High Street Arcade, de 1885. Como podéis comprobar, los tres que os he traído son de época victoriana y, además, coincide que son los tres más antiguos. Bueno, técnicamente hay uno más antiguo, dejad que os lo muestre:
Old Arcade, que comunica con el mercado central y da nombre al pub aledaño (podéis ver unos parroquianos que, seguramente, salieron a llenarse de alquitrán los pulmones). Se abrió en 1835 pero, como es obvio, ahora es solo un callejón trasero con formidables pinturas murales, y ni siquiera está techado.
Venga, ya he fardado de mi conocimiento exhaustivo de los arcades de Cardiff, pero aquí veníamos por café, ¿no? Que si la escena cafetera cardifiana, que si tal y pascual... Vale, tenéis razón. Volvamos por nuestros fueros: café. Y vamos a cerrar el círculo: café en los arcades. ¿Veis como todo encaja?
Si uno va por Castle Arcade (el favorito del que esto escribe) y le apetece un café, tiene varias opciones (porque, como os digo, en este momento en Cardiff te ponen un café de barista en cada esquina), ¿qué hacer? Pues sentarse en uno. Y yo me fui a sentar en Barker Coffee.
La fachada, con su terracita dentro del pasaje peatonal (podéis ver, arriba a la izquierda, el acristalamiento). Vaya uno doquiera en esta ciudad, café o pub o lo que fuere, es costumbre hacer cola para pedir en la barra, por lo que es importante agenciarse una mesa y fijarse en el número de la misma (que está claramente marcado) para que le lleven la comanda. Hablando de barra, veámosla:
Cierto, es una vista general de esta parte del café, pero la barra está ahí, justo en medio, entre la pareja que charla (fijándome ahora en la foto, a él lo veo un poco intenso y a ella un tanto a la defensiva. ¿cosas de Tinder? Pero divago).
Por cierto, digo "de esta parte del café" porque el susodicho es enorme, mirad:
Esta es otra sala que, como puede verse, da acceso a otra más. Y luego hay otra, que se convierte en un gin-bar, que tiene a su vez dos salas y acceso desde la calle posterior. Y todo, como podéis comprobar, con decoración y mobiliario muy anglosajones (atención al chesterfield que invita al desparrame).
Mis disculpas por la falta de calidad de la foto, eso de entrada. La cafetera: un
Star Espresso de dos pocillos, muy
British y muy ignota,
aquí os dejo el enlace (muerto) a su página...
Hablando de espresso, aquí tenéis uno sencillo (no doble), en su taza (con el nombre del local) previamente calentada, delicioso y lleno de cafeína. Por supuesto, no necesita azúcar ni edulcorante alguno.
Y aquí, de nuevo en una taza con su nombre, un americano (café largo). No lo confundamos con un café de filtro: por lo que sea, Barker no trabaja los filtros. Imperdonable (muchos otros cafés en Cardiff sí, pero la entrada es sobre este).
Esta vez he tenido la precaución de sacar la cucharilla de la foto porque, como el espresso, no necesita nada que lo endulce.
¿Y si ustedes quieren
comistrajear algo con los
cafeses?
Pues, por ejemplo,
shortbread, ese cruce ácimo entre pastel y galleta que, aunque originario de Escocia, se identifica tanto con UK que la interesantísima iniciativa
Café Europe lo eligió como dulce típico de todo el reino.
Coffee Barker
1-13 Castle Arcade, High st, CF10 1BU, Cardiff
+44 (0) 29 2034 1390
https://www.coffeebarker.com/
Espresso: £2,40 / Americano: £2,40 / Croissant: £3,49
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