No obstante, la de hoy se bebe casi como un vino y, en cata a ciegas, despistaría a más de un sumiller.
¿Os acordáis de aquella maravilla llamada Pannepot reserva? Parecería que la de hoy es otra añada de la misma, y yo mismo lo creí al principio; no obstante me sorprendía cómo de la añada de 2010 a la de 2014 se había podido mejorar tanto lo que ya era perfecto (sí, sé que esto es una contradicción, pero la hipérbole se antojaba necesaria).
La cuestión es que no es exactamente la misma birra: la reserva se envejecía durante 14 meses en barricas de calvados y bourbon; la grand reserva llegaba hasta los dos años; pues bien, la de hoy pasa de dos a cuatro años, ahí es nada; y en barricas que han contenido vino de Burdeos. Es decir, duplicamos una y casi cuadruplicamos la otra, además de estar añadiéndole matices distintos. El resultado, obviamente, va a ser de diez.
Por cierto, os he especificado lo de Bordeaux (Burdeos) porque hay otras variantes de esta misma cerveza envejecidas en pipas de vino de Oporto o, incluso, en barricas de Château Margaux (telita).
Pannepot special reserva 2014. Ale belga envejecida en barricas de vino de Burdeos 48 meses. 10%
Catada el 15 de febrero de 2019.
- De una capa marrón tan oscura que puede pasar por negra, brillante, sin burbuja visible. Crema parda muy fina, pero duradera.
- Intensidad aromática muy elevada: dátiles, prunas, melaza, higos secos, plumcake. Si juntáis la fase visual a la olfativa veréis que, de momento, la cerveza podría pasar perfectamente por un PX.
- En boca se muestra intensa, punzante, con carbónico reducido. Paso vivo, espeso y untuoso, con puntas salinas. Final muy prolongado, algo pungente, con notas de pasas y prunas. Efectivamente, es lo más parecido a un PX que he encontrado en el mundo de la birra.
Si encima se sirve en el catavinos propio de Struise (la elaboradora), como hacen en la cervecería Polar (donde está tomada la foto), las similitudes con un pedro ximénez llegan a lo más alto.
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