San Valentín y domingo. Una forma clásica de celebrarlo es ir a un restaurante. Pues vamos a un restaurante.
Alcalá de Henares, ciudad Patrimonio de la Humanidad, es un destino al que en Bebercio, como bien sabéis los cinco o seis que me seguís, nos gusta ir. Hemos estado en la celebérrima Hostería del Estudiante, sita dentro de la universidad original; hemos cenado en el Ambigú, galardonado con la distinción Bib Gourmand; somos asiduos de La casa vieja, mesón historiado; somos socios del Casino, en pleno centro; tomamos café en San Diego Coffee Corner... y hoy vamos a volver, porque quedan todavía sitios muy interesantes por visitar.
Todo el mundo conoce, o debería conocer, la obra de Francisco de Goya y Lucientes, pintor y grabador excelso; rindiéndole homenaje hay infinidad de calles; Alcalá de Henares no es excepción y, en el número 2 de la misma se encuentra el restaurante que hoy vamos a visitar. ¿Cómo se llama? Goya.
Riña de gatos. Goya, 1786. No es la obra más célebre, pero es una favorita personal. Por cierto, en el Prado, donde está, ahora no se puede prácticamente tomar ni una sola foto, así que disfrutad de esta que hizo un servidor tiempo atrás. O id a la página del museo y ved todas las obras con mucha mejor calidad.
Bien, hecha la introducción, acerquémonos al restaurante. Cocina española tradicional (con numerosos guiños a la modernidad y a la internacionalidad; ya veréis que más o menos mitad y mitad) y por encima de cuatro décadas de experiencia.
Tienen cafetería y restaurante bien diferenciados, y es célebre su cocido; un servidor no come carne, así que el plato madrileño por excelencia, con sus chacinas, queda descartado en esta entrada. Pero no os preocupéis, que vais a ver platos a porrillo. Es evidente que nos gusta y hemos ido alguna que otra vez.
La fachada, con sus barriles para fumetas (uno es evidente, el otro está a la izquierda, tapado parcialmente por el morro de un vehículo). Lo que se ve por los ventanales es la cafetería, el restaurante queda en la parte posterior. Entre bar y salones lo que encontramos es...
...la bodega, climatizada pero a la vista. Al fondo ya se intuye la sala, y se ve que tiene luz natural (aunque sea posterior, da a un patio). Comprobadlo mejor:
Tras la última remodelación ha quedado más moderna y sobria, jugando con tonos grises y burdeos.
Bien, pasemos ya a lo que habíamos venido, que es a comer. Tienen el buen gusto de traernos unos aperitivos por cuenta de la casa antes de empezar. Si coméis carne, puede que os traigan este
blini con foie y reducción de PX; si, como un servidor, no lo hacéis...
...la alternativa quizás sea este
bocadito de wakame y salmón. En ambos aperitivos podéis apreciar los guiños internacionales de los que os hablaba más arriba.
Un entrante riquísimo y muy original:
sardinas ahumadas con gominolas de PX, brotes tiernos y flores. Si compartís, más que un entrante es casi un aperitivo más. Merece la pena.
Un entrante de los de toda la vida:
ensalada de tomate. Con AOVE y ajo, nada más: que hable la calidad del producto. Atención al bajoplato.
Un plato tradicional, sí, pero de Perú: ceviche de corvina con boniato y maíz cancha. Rico, ligero y refrescante.
Otro plato tradicional, efectivamente, pero de Japón: tempura de langostinos y verduras. Lo que os comentaba antes: es verdad que hay platos de cocina española tradicional, sobre todo el cocido, pero también hay muchísimos de cocina internacional o de nueva cocina.
Este sí es un plato tradicional nacional: huevos rotos con puré de patata y trufa. Tienen los todavía más tradicionales todavía con jamón, pero ya sabéis que lo de comer carne... Con este empezamos los platos contundentes (hay quien toma esto de entrante, pero a mí me parece un principal como la copa de un pino).
Esta hermosura es pez limón, puré de hinojo, gel de limón y sus chips, en este caso guiños a la modernidad con ingredientes tradicionales. Los chips de limón, hechos junto al guiso, son comestibles: nada de exceso de acidez.
Otro principal a base de pescado: rape con vieiras y trigueros en salsa de cabracho. Muy sabroso y muy bien presentado, con numerosos colores, aromas, sabores y texturas. El rape no es tan fácil de elaborar, así que mayores motivos para admirar este. Y hay que reconocer que blanco, verde y naranja son siempre una combinación ganadora.
Otra hermosura y, además, contundente: arroz con carabineros. Un plato de toda la vida, bien presentado, que un servidor recomienda para compartir. Aunque allá cada cual.
No os quejaréis: tenéis platos para elegir. Además, hay multitud de tapas y raciones, el citado cocido y desarrollan jornadas gastronómicas. Acercaos y me contáis.
Feliz San Valentín.
[Nota a 25 de febrero de 2021]: No, no os acerquéis. Ya lo he hecho yo hoy, ni dos semanas después de publicar esta entrada, y he comprobado que este es otro restaurante de los que la pandemia se ha llevado por delante. Al menos queda en Bebercio este homenaje y recuerdo, como ya pasara con más de uno...
Goya
Jefe de cocina: Juan Monje
Goya 2, 28807, Alcalá de Henares
+34 918 826 034
http://www.restaurantegoya.com/
Precio medio: 40 €
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