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domingo, 31 de agosto de 2014

Hitachino XH

Una cerveza japonesa, toma ya. Vale, que por ahí andan la Asahi y la Kirin y la Sapporo, pero no valen gran cosa. Así que reformulo: una cerveza japonesa rica, toma ya.

Hitachino XH. Brown ale japonesa. 8%
  • Leonado ambarino, de capa cubierta. Crema color hueso espesa y duradera.
  • Intensidad aromática elevada, aunque poca variedad olfativa: licor, miel, algo de chocolate.
  • Suave, no se siente potente pese al alcohol. Dulzona, envolvente, fresca. Bastante breve.
Rica, aunque demasiado cara -a mi juicio-.
El tercio sale por más de cuatro eurípides.

sábado, 30 de agosto de 2014

Taylor's 20 Year Old Tawny

Buenos días, chavalotes,

Como ya os explicara en una entrada anterior, entre los vinos de Oporto se encuentran los tawnies con indicación de envejecimiento; en aquel entonces catamos uno de 10 años, hoy cataremos uno de 20.

Se trata de un vino de la bodega Taylor's, una de las decanas de Oporto, fundada en 1692. Como ya os dijera en la entrada que os he mencionado, el tawny se llama así por su color leonado; sin embargo, el que hoy catamos todavía retiene colores de juventud, menos pardos y más rojizos.

Este tipo de vinos va de maravilla al final del almuerzo o cena, acompañando postres o ellos solitos. La propia bodega recomienda maridar este vino en concreto con crema catalana o con fresas; son dos sugerencias muy buenas. Con quesos fuertes también va de cine.

Taylor's 20 Year Old Tawny
Taylor, Fladgate & Yeatman
DOC Porto
20%
Catado el 28 de agosto de 2014.
  • Rubí (color de juventud) con ribete ambarino, de capa abierta.
  • Intenso y complejo: pasas, grosella roja, brezo, tabaco de pipa, notas empireumáticas...
  • Ataque dulce y potente. Paso fresco, agradablemente metálico y algo salino. Final muy largo con notas de frutas rojas.
En Poncelet Cheese Bar, Madrid [desaparecido en 2023, y añorado por el que esto escribe].


viernes, 29 de agosto de 2014

Hepenheimer Weissbier

Hola a todos,

Desde los comentarios se me ha pedido que cate también cervezas de marca blanca: pedid y se os dará.

Las marcas blancas son las elaboradas por distintas empresas directamente para un comercio, normalmente una gran superficie; llevan el nombre que este comercio les quiera dar (algunos ejemplos referidos a alimentación y bebidas son Hacendado en Mercadona, Alipende en AhorraMás, Aliada en El Corte Inglés, Auchan en Alcampo... entre otras muchas). Tienen la ventaja de ser más baratas (porque no gastan en publicidad) y el inconveniente de que el fabricante puede cambiar de la noche a la mañana sin que el consumidor se entere.

La marca blanca con la que vamos a empezar hoy es la cerveza de trigo de Carrefour. En esta cadena de supermercados no se han currado mucho el nombre de la marca blanca: Carrefour. Sin embargo, a veces le añaden otra palabra, como es el caso que nos ocupa: Hepenheimer, que suena muy alemán.

La birra está elaborada por Brauerei Nemo Namenlos, una cervecera de Baden-Württemberg, Alemania, especializada en marcas blancas. Tendrá unas cien marcas diferentes, todas perfectamente desconocidas y vendidas únicamente en sus respectivos comercios específicos. La única cerveza que me sonaba de toda la lista (sí, me la he leído entera) y que se vende en tiendas varias es la versión española de Duff Beer (ya sabéis, la cerveza de los Simpsons).

Ya de entrada os aviso de que no es muy buena precisamente, aunque tiene el mérito de no presentar ningún defecto grave. Vamos, que se deja beber si no somos muy exigentes. La ventaja es el precio: 72 céntimos el medio litro (solo en Carrefour, claro).

Carrefour Hepenheimer. Cerveza alemana tipo weissbier. 5%.
  • Dorado pálido muy turbio. Crema marfil muy abundante y consistente.
  • Intensidad aromática media-baja: plátano, ahumado, pan.
  • Acuosa, de paso rápido, plana, breve.

jueves, 28 de agosto de 2014

Volvoreta

Desde hace algunos años, el skyline madrileño está regido por las Cuatro Torres, cuatro rascacielos contiguos, los más altos de la capital y también de España. Tres de ellos han sido en su momento el edificio más alto del país, viéndose superados por alguno de sus hermanos conforme iban avanzando las obras. La primera en terminarse fue Torre Espacio, del arquitecto H. N. Cobb; pese a ser la más baja de las cuatro (224,5 m) fue el edificio más alto de España hasta que fue superada por la Torre de Cristal, del arquitecto C. Pelli (249,5 m). Esta se vio superada, a su vez, por la Torre Repsol (después Torre Bankia, ahora Torre Cepsa), del arquitecto Lord Foster, que es actualmente el edificio más alto del país (por la mínima, 250 m). Obviamente la Torre de Cristal y la de Foster andan con mediciones propias cada dos por tres, tratando cada una de ser la más alta. Pero parece que la Foster (tras tanto cambio de manos casi todos la llaman ya por el nombre del arquitecto, y no me extraña) se lleva la palma por unos centímetros.

La única torre que no ha sido en ningún momento la más alta de España es la Torre PwC, antes Torre Sacyr Vallehermoso. Además es la única diseñada por arquitectos españoles (Rubio Carvajal y Álvarez-Sala Walter) y la única que alberga un hotel, el Eurostars Madrid Tower, de cinco estrellas.

De izquierda a derecha: Torre Espacio, Torre de Cristal, Torre Sacyr (PwC), Torre Foster.
La foto la tomé en mayo de 2008, y todavía se ven grúas, aunque ya han llegado todas a su cota máxima.


En el piso 30 del Eurostars Madrid Tower está el restaurante Volvoreta, que toma su nombre de la palabra gallega para mariposa. La decoración del local se centra en mogollón de maripositas rojas colgadas del techo, que parecen salir de un cuadro en un extremo y volar hacia otro en el opuesto. Todo eso con unas vistas que quitan el hipo (ventajas de estar a cientos de metros de altura).

Del cuadro del fondo aparentan salir las mariposillas que hay por todo el techo (altísimo, por cierto).

¿Tiene usted vértigo? ¡Siéntese a comer aquí, ya verá qué risa!


La cocina es tradicional con producto de temporada. Fui a finales de septiembre del año pasado, es decir, hace casi un año. (Actualización a 9 de abril de 2018: he vuelto varias veces más, así que esta entrada va a quedar muy completa con distintos platos a lo largo del tiempo).

Una cosa estupenda que tiene el restaurante es que aceptan descorche (os remito a la entrada del vino que llevamos nosotros la primera vez). Veamos qué se puede comer:

Un pequeño aperitivo antes de empezar: bacalao y huevas.


Sopa de tomate verde y carabineros: al contrario que Mafalda, soy un gran aficionado a la sopa y, en general, a todos los platos de cuchara. Sopas de tomate he tomado muchas, pero no recordaba haberla tomado nunca de tomate verde.

Verduras de temporada a la plancha: un plato de lo más vegano. Coliflor, brócoli, zanahoria, cebolla, nabo, calabacín... Con un buen AOVE y gravy vegetal acompañando.


Ostras de la ría de Arosa: una de mis debilidades, las ostras. Hay dos naturales y dos con espuma de Clamato y vinagreta; ya sabéis que el Clamato es zumo de tomate con salmuera de almejas, muy consumido en México y el sur de EEUU.


Pulpo a la brasa: una pata de pulpo completa, a la brasa de leña. Habla la materia prima, obviamente.



Tataki de atún con tomate cherry pelado y mayonesa de wasabi: un plato de inspiración japonesa, en que el atún apenas se sella al fuego por fuera dejándolo crudo en el interior, para después cortarlo en filetitos. 


Pargo a la brasa sobre puré de patata casero: acompañado de calçots y bocaditos de patata. Un plato fuera de carta, totalmente de temporada, que tuvimos la suerte de encontrar en una sola de nuestras visitas.


Tartar de atún rojo con manzana verde y huevas de arenque: el atún rojo es uno de mis alimentos preferidos, aunque lo dejé de tomar mucho tiempo por la sobreexplotación a la que se vio sometido. Afortunadamente, parece que se recuperaron los caladeros; aunque siempre hay que estar pendiente, porque nos volveremos a sobrar, seguro.


Merluza de pincho con berberechos, salicornia y plankton: un plato interesantísimo, de la última vez que he estado por allí, en aquella ocasión con mi padre. La merluza, sin espinas pero con su piel, es acompañada de salicornia (una planta halófila que mezcla el sabor vegetal con el marino) y plankton, esto es, microorganismos marinos (la crema verde).


Milhojas de albaricoque con frambuesas y helado de vainilla: empezamos los postres con uno tan rico como bonito, y mucho más ligero de lo que parecía iba a ser.

Otro milhojas, en este caso de dulce de leche con helado de almendra. Los milhojas son, como podéis ver, una marca de la casa.
Pastel de zanahoria con sorbete de mandarina: una combinación muy interesante, la mandarina y la zanahoria. Todo muy naranja, y con sabores que casan muy bien. Un postre condundente, para compartir.

Sopa dulce de mango y helado de queso fresco: de sopa a sopa y tiro porque me toca. Empezamos con una sopa y terminamos con otra, muy refrescante como cierre.



Volvoreta
Jefe de cocina: Stéphane del Río
Hotel Eurostars Madrid Tower, piso 30 (Paseo de la Castellana 259B), 28046, Madrid
+34 913 342 755
 http://www.eurostarsmadridtower.com/ES/restaurante.html
Menú Almuerzo: 39 € (de L a V a mediodía)
Menú Degustación: 65 € (sin maridaje) / 85 € (con maridaje)

miércoles, 27 de agosto de 2014

Bianca 2013

Ayer tuve la suerte de que mi primo Pedro me invitase a cenar (olé, olé) a un restaurante japonés, en el que acompañamos las viandas con un verdejo de Rueda.

Alguna vez os he comentado que los vinos de Rueda son, en España, parte del sota, caballo y rey (Rioja, Ribera y Rueda, todo con R): parece que solo hubiera esas tres denominaciones y en muchos establecimientos no salen de ahí. Con todo lo negativo que es limitarse tanto, hay que reconocer que si han llegado esas tres DOs hasta ese nivel es, en gran medida, por haber hecho bien las cosas de forma constante durante muchos años. Al César lo que es del César.

Un problema que presenta el estar en todas partes es la homogeneización: al final muchas bodegas se limitan a elaborar el vino que la gente espera encontrar, y todos se parecen entre sí. Por eso alegra encontrarse vinos de alguna de estas tres regiones que tengan un punto diferente sin subirse a la parra con el precio. Es el caso del verdejo que hoy nos ocupa.

El primer aspecto en el que se diferencia de otros vinos es en la presentación. Quizás esto os parezca una tontería, pero no lo es. Muchísima gente, en el maremágnum de referencias, elige el vino por la etiqueta o la botella, y os lo dice uno que ha vendido vino durante años. "Quiero una botella que sea de color azul", "me llevo este porque tiene la botella más alta de todas", "esta botella hará luego un florero muy cuco", "voy a comprar este porque se llama como yo", "me gusta el dibujo de esta etiqueta, me lo llevo"... Son solo algunos ejemplos reales que he vivido en varias ocasiones. Así pues, es un acierto encontrarse una botella de forma diferente, con una etiqueta estilizada y una buena combinación de colores (el verde siempre presente en vinos blancos, claro, porque es el color de juventud de estos vinos).

El segundo aspecto positivo es no tener los clásicos defectos, algo más común de lo que se piensa. En los verdejos, como os he dicho alguna vez, el defecto más común es cierto aroma a sobaquina que no mola nada. Otro relativamente común es que el final amargoso de la verdejo se pase de la raya y sea directamente amargo. Afortunadamente, Bianca no comete ninguno de estos errores.

¿Y el precio? Unos nueve o diez euros. En el restaurante nos cobraron 15, ya se sabe.

Bianca 2013
Bodegas Nilo
DO Rueda
13%
Catado el 26 de agosto de 2013.
  • Amarillo pálido con irisaciones verdosas.
  • Intensidad aromática media: chicle de melón, cítricos, manzana verde, hinojo.
  • Acidez pronunciada, si bien fresca (esto hace que sea mejor tomarlo con comida que beberlo solo). Rápido en el paso por boca. Final sin las típicas notas amargas de la verdejo.


















Como ninguna de las fotos me quedó particularmente bien, os pongo ambas para que se complementen. La forma de la botella se ve mejor en la que no tiene flash; la etiqueta mejor en la que sí. La cubitera mejor en la primera, el sushi mejor en la segunda. 
Curiosamente, el color del vino varía poco entre ambas, aunque amarillea un poco sin flash (por las farolas) y clarea cuando le da de lleno. Es un detallazo que mi primo pusiera un plato blanco de fondo para las fotos.

martes, 26 de agosto de 2014

Bágoa do Miño 2009

Saludos a todos,

Aunque alguna vez lo hemos comentado ya, os recuerdo que el mosto lágrima, yema o flor es aquel que se obtiene de la uva sin prensado alguno: lo fetén es que no haya ningún proceso mecánico, y que el mosto vaya escurriendo de la uva simplemente por efecto de la gravedad al amontonar las uvas. Otra opción es un leve estrujado, que permita salir algo de mosto sin romper escobajos ni pepitas, evitando así cualquier amargor o verdor que estos pudieran aportar. El rendimiento de este proceso es bajo, por lo que posteriormente se realizan diversos prensados, que dan mostos de peor calidad, para aprovechar al máximo la uva.

La gente de As Laxas, en Arbo, Pontevedra, elabora un albariño a partir de mosto de lágrima llamado Bágoa do Miño. Vamos a catarlo:

Bágoa do Miño 2009
Bodegas As Laxas
DO Rías Baixas
12,5%
Catado el 21 de agosto de 2010.
  • Amarillo pálido con irisaciones doradas.
  • Cítricos, hinojo, mantequilla; plátano, chocolate blanco, piña. Algo de pimienta blanca.
  • Aún restaba algo de carbónico. Untuoso, fresco. Final amargoso en el que aparecen de nuevo notas cítricas y de hinojo.
Mis disculpas por no tener una foto propia. Esta la he sacado de Internet.

lunes, 25 de agosto de 2014

Jura 10 years old

Buenos días,

Vamos hoy con whisky, que llevamos tiempo sin catarlo. El elegido es Jura 10, un whisky escocés que ya no existe como tal (ha sido reemplazado por Jura Origin, también de 10 años, que es el mismo pero con otra etiqueta).

Si recordáis la entrada del Lagavulin 16, os conté que ese whisky lo elaboraban en Islay, en las Hébridas. Pues bien, Jura es otra de las Hébridas, adyacente a Islay, de la que se separa por un estrecho (el de Islay, muy original el nombre).

Pese a que es una isla grande, sus suelos son estériles y su orografía montañosa, y viven menos de 200 personas. Solo tiene una carretera, solo una iglesia, solo un pub, solo una tienda. Y solo una destilería: Jura (otro nombre muy original). Un detalle: al norte de la isla se encuentra Barnhill, la casa solariega en la que George Orwell terminó de escribir 1984.

Centrándonos en el whisky, es la gama básica de la destilería. No es un producto caro (es raro que llegue a los 30 pavos) y tampoco es complicado de beber, como veréis a continuación. A decir verdad, es bastante sencillito: ellos mismos lo anuncian como "ligero y delicado".

Jura 10 years old
Single Island Malt Scotch Whisky
Jura Distillery (UB Group)
40%
Catado el 24 de agosto de 2014.
  • Amarillo pajizo, muy abierto, con irisaciones verdosas.
  • Intensidad aromática media-baja: humo, cuero, leña, pino, resina, salmuera. Ellos insisten mucho en que tiene notas claras de miel, pero yo no las encuentro por ninguna parte.
  • Suave, de paso rápido con toques umami. Redondo, muy sencillo. Pese a todo, se muestra más persistente de lo que cabría esperar. Notas ahumadas y ligeramente golosas por vía retronasal.
Un whisky escocés agradable y sin complicaciones.
El color que vale es el del vaso, en la botella la mayor concentración y el vidrio grueso hacen que parezca mucho más oscuro.


domingo, 24 de agosto de 2014

Voll-Damm

Buenos días,

Me parece que hasta ahora no habíamos probado ninguna märzenbier, es decir, cerveza de marzo (en alemán). La cerveza que hoy es traigo, muy común en bares y supermercados, pertenece a esta clase de birras, llamadas así porque se elaboraban en Baviera en torno a marzo (en realidad entre octubre y abril, pero... bueno) y tenían que aguantar -y, en la medida de lo posible, mejorar- hasta el final del verano e, incluso, hasta el Oktoberfest, la mayor fiesta popular del mundo (que, en realidad, empieza en septiembre, pero... bueno), que tiene lugar todos los años en Munich, capital de Baviera, desde hace más de dos siglos (1810).

Las märzen son cervezas muy potentes, ya que tienen el doble de malta de cebada que una lager normal (lo que les confiere más cuerpo además de mayor grado). Al tener más malta, las levaduras disponen de una mayor cantidad de azúcar para fermentar y dan, como resultado, una mayor concentración de alcohol.

Voll-Damm. Cerveza española tipo märzenbier. 7,2%

Catada el 17 de enero de 2014 (1ª cata, en botella):
  •  Ámbar oscuro de capa abierta con crema espesa color marfil.
  • Intensidad aromática más baja de lo que esperaba: cereales de desayuno, miel, hierbas amargas (rúcula).
  • Potente en boca, con marcado amargor y persistencia elevada.
Catada el 4 de febrero de 2014 (2ª cata, en lata):
  • Dorado intenso de capa abierta. Crema marfil consistente.
  • Intensidad aromática media-baja: pan, cereales de desayuno, hierro.
  • Muy potente, con paso muy marcado; metálica y con un amargor profundo y persistente.
Podéis observar que a partir de una lata desarrolla aromas de hierro y sabores metálicos que no estaban presentes en la botella de vidrio. Mi recomendación es elegir siempre vidrio; a decir verdad las marcas más selectas nunca enlatan, solo embotellan. La lata es barata, cómoda y resistente, pero organolépticamente deja mucho que desear.

Por otro lado, ambas catas presentan una cerveza no muy intensa aromáticamente, con notas evidentes de levadura (cereales de desayuno, pan), potente, marcadamente amarga y de largo retrogusto. Es una cerveza que se ha de beber fresca, no fría, si se quiere apreciar en toda su complejidad. Si está muy fría desaparecerán los ya de por sí poco intensos aromas, y corremos el riesgo de beberla demasiado rápido y emborracharnos.


 Disculpad la baja calidad de la foto, está tomada con un móvil en un bar.

sábado, 23 de agosto de 2014

Pannepot 2013

Hola a todos, queridos míos.

Muy al principio de este blog os hablé de Westvleteren 12, una cerveza trapense alucinante, y os conté que existía también un pueblo contiguo llamado Oostvleteren (son, respectivamente, Vleteren occidental y Vleteren oriental). Incluso os mostré la foto de uno de los iconos de Oostvleteren, su molino.


La verdad es que es un rato majo.

Pues bien, si ya os dijera que cada cerveza de Westvleteren, y en particular la 12, es de lo mejor del mundo, ahora os voy a decir que también hacen cervezas en Oostvleteren, y que son... de lo mejor del mundo. Saben hacer cerveza en Vleteren, ya sea occidental u oriental, que queréis que os diga.

En el caso que hoy nos ocupa, la cerveza es obra de una microfactoría llamada DSB (De Struise Brouwerÿ, es decir, "la cervecera del avestruz" en flamenco). Hacen un montón de cervezas diferentes, entre ellas la que vamos a catar ahora, Pannepot, cuyo nombre hace referencia a un barco de pesca tradicional del pueblo cercano De Panne, barco del que hay una imagen en la etiqueta.

Es una cerveza con un elevado contenido en alcohol (10% nada menos), muy compleja, aromatizada con especias y de la que una pequeña parte se envejece en barril y sale al mercado con añada, en este caso 2013. Tengo dos catas de esta misma añada, así podemos comparar.

Pannepot 2013. Cerveza belga tipo Strong Ale. 10%.
 
Catada el 19 de abril de 2014 (1ª cata):
  • Marrón muy oscuro con irisaciones rojizas. Capa cerrada. Crema color moka.
  • Alta intensidad aromática: caramelo, chocolate, dátiles, zarzaparrilla, salsa HP*, cardamomo.
  • Muy potente a la par que sedosa. Carbónico muy integrado. Entrada agridulce. Final de persistencia media, sin amargor.
Catada el 14 de agosto de 2014 (2ª cata):
  • Muy densa y cubierta. Color marrón caramelo, tan oscuro que es casi negro. Abundante crema beige, poco duradera.
  • Intensidad aromática elevada: caramelo, chocolate negro, yodo, café, salsa HP*.
  • Untuosa, espesa, densa, dulzona. Buena acidez y un claro toque umami. Sin amargor ni metal. Larga, con notas de café y chocolate por vía retronasal.
Combinando ambas catas obtenemos una cerveza oscurísima, densa y de capa cubierta, con gran intensidad aromática y claras notas de caramelo, chocolate e, incluso, salsa HP (al final hay una nota aclaratoria sobre esta salsa). En boca se muestra potente, suave, untuosa; con predominio de los sabores dulce, ácido y umami. Una cerveza compleja y riquísima, muy recomendable. Ojo, no es para beber deprisa ni para quitar la sed, sino para degustar con calma y atención.

 En la etiqueta podéis apreciar un pannepot, embarcación pesquera típica de la zona.
En la copa, lo oscura que es tanto la cerveza como la crema.

El alto grado, los aromas torrefactos y el sabor dulzón la hacen una perfecta cerveza de postre y sobremesa, por ejemplo para acompañar el café:

Gran combinación. Observad que el color de la cerveza y del café es el mismo.



*La salsa HP es una clásica salsa inglesa; espesa, agridulce y algo picante, con un aroma muy particular y que suele acompañar platos de barbacoa, con los que esta cerveza asimismo maridaría bien.

viernes, 22 de agosto de 2014

Mahora crianza 2010

Saludos, colegas,

El martes catamos aquí un blanco de Manchuela, y os prometí que en breve cataríamos un tinto de la misma DO. Hoy voy a cumplir esa promesa.

El vino se llama igual que el pueblo en cuya cooperativa se elabora: Mahora. Un municipio del norte de la provincia de Albacete con unos 1400 habitantes.

Es 100% tempranillo (la uva tinta emblemática de España) y pasa 12 meses en barrica antes de ser embotellado. Ha sido galardonado con el Bacchus de plata este mismo año. Vamos a catarlo:

Mahora crianza 2010
Cooperativa San Isidro
DO Manchuela
14%
Catado el 21 de agosto de 2014.
  • Picota muy cubierto, brillante y limpio, con ribete violáceo.
  • Intensidad aromática elevada: notas varietales (grosella negra), monte bajo, tabaco, cierta nota balsámica (menta). Zarzaparrilla*. Muy agradable en nariz.
  • Muy fresco, con un paso por boca algo secante. Taninos muy marcados y todavía sin pulir. Seguramente gane con más tiempo en botella, es un poco pronto para abrirlo. Dejadle otro añito.
 El color violáceo del ribete y los taninos sin integrar nos indican que requiere que seamos pacientes y esperemos unos meses antes de abrirlo. La nariz nos da la garantía de que va a ser muy majete cuando llegue ese momento.



*Zarzaparrilla: la bebida favorita de los pitufos, elaborada con las raíces de la planta Smilax aspera. Fue muy popular hasta la aparición de la Coca-Cola (de hecho, mi abuela estaba convencida de que el ingrediente secreto 7X era zarzaparrilla). Cuando me refiero a ella en la fase olfativa quiero evocar (de forma pedante, acordaos de que es obligatorio para ser buen sumiller) el aroma de las gominolas de cola (las que no llevan pica-pica por encima). Si no lo recordáis bajad a la tienda de la esquina y comprad un par, metéoslas en la boca y ya me contáis. Es muy característico.

jueves, 21 de agosto de 2014

Taku

Muy buenos días a todos,

En la ciudad alemana de Colonia, a orillas del Rin, se encuentra el monumento más visitado de todo el país: la Alta Catedral de San Pedro, que tardó más de seis siglos en terminarse (mediados del s. XIII a finales del s. XIX) y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En su interior se encuentra el mayor relicario de occidente: el de los Reyes Magos, que se dice guarda los restos de Melchor, Gaspar y Baltasar.
 
 
La catedral es enorme y resulta casi imposible sacarla entera en una foto, pese a que la plaza que la rodea sea igualmente gigantesca.
 

El altar mayor. Detrás podéis ver el triple sarcófago de los Reyes Magos, protegido por una urna.


A dos pasos, en la misma plaza de la catedral, se encuentra el Excelsior Hotel Ernst, un hotel de lujo abierto en 1863, que aloja uno de los mejores restaurantes de la ciudad: Taku, galardonado con una estrella Michelin.
 

El Excelsior Hotel Ernst. 
Si os fijáis bien, la puerta de la izquierda da acceso directo al restaurante.


Es un restaurante oriental, basado en las cocinas de China, Indonesia, Japón, Tailandia y Vietnam, con muy pocos toques occidentales. La decoración es muy moderna, con luces de baja intensidad y mesas muy separadas unas de otras, de modo que se está muy tranquilo y cómodo. El servicio, impecable.
 

Este es el alucinante vestíbulo del restaurante.


Mi padre y yo estuvimos visitando Renania el año pasado, viaje que os recomiendo encarecidamente, y quise invitarle a comer aquí. Veamos cuál fue nuestro menú:
 

Aperitivo de atún y soja: el primero de los aperitivos, para ir abriendo boca. Una empanadilla sin cerrar hecha al vapor.
 

Variaciones sobre el langostino: un aperitivo consistente en maki de langostino, langostino en gabardina y croqueta de langostino.
 
 
Pinchos de varias naciones: el tercero de los aperitivos. Cada pincho evoca un país diferente, y aquí sí aparece Alemania: el primer pincho es de salchicha bratwurst. El segundo es una pequeña pieza de sushi (Japón), el tercero un trozo de calamar (China) y el último un poco de pollo sateh (Indonesia).


Dim Sum - trufa - soja: esta nomenclatura, diciendo tres elementos separados por guiones, la usan en Taku en prácticamente todos sus platos, como veréis. Buscan simplificar, igual que con la decoración. Yo voy a respetarla, aunque luego os lo explique todo un poco más.
En este caso se trata de un entremés a base de dim sum (empanadillas chinas) que llevaba, entre otros ingredientes, trufa negra laminada.
 
 
Sushi - ama ebi - queso crema- trucha alpina: un plato claramente japonés, pero con el guiño hacia la trucha alpina, un pescado típicamente europeo. Por cierto, ama ebi es el camarón boreal, Pandalus borealis.


Pollo y lima - ostra - setas - albahaca tailandesa: pese a que la foto no vale gran cosa, este plato, de inspiración tailandesa, es el que más nos gustó. Mi padre lo describió como el mejor consomé que había tomado nunca, a sus 65 años. Yo solo puedo darle la razón (y he probado el de Lhardy).
Cuando, al final del almuerzo, el chef salió a saludarnos, le felicitamos especialmente por este plato. Él nos confesó que era del que más orgulloso estaba.


Atún - salmón - wasabi - naranja: esta foto, en cambio, me ha quedado niquelada.
Plato a base de pescado y verduras, de inspiración japonesa.
 
 
Wagyu - teriyaki - shiitake: wagyu es una raza de ganado bovino procedente de Japón, que da una carne en la que la grasa se entrevera con el magro, igual que pasa en España con el jamón ibérico (en la foto se aprecia bien). Esto hace que la textura sea muy cremosa. 
Terikyaki es un adobo dulzón procedente del mismo país. Por último, shiitake o shitake es el nombre nipón de la seta Lentinus edodes, muy popular en toda Asia oriental y que ya se encuentra en casi todo el mundo.
Si miráis bien, en la parte baja de la foto apreciaréis un pequeño gofre que acompañaba el plato. No era dulce, y se empapaba de todos los jugos y salsas. Muy rico.


Surtido de bombones: para terminar, un surtido de dulces artesanales impresionante. Había de una docena distinta de cosas, desde las más clásicas hasta las más peregrinas. Recuerdo especialmente un bombón de chocolate blanco con picadura de tabaco, sorprendente y muy rico (para que os hagáis una idea, a mí el chocolate me gusta bien negro y sin azúcar, y no fumo; cómo estaría de rico el bombón para que sea del que más me acuerdo).
 
 
Espero que hayáis disfrutado de este viaje gastronómico a Colonia. Sinceramente, la ciudad merece una visita, y el restaurante también. Gracias por vuestra atención. Abrazos y besos.



Taku
Jefe de cocina: Mirko Gaul
Trankgasse 1-5, 50667, Colonia
+49 221 270 3909 
http://www.excelsiorhotelernst.com/en/culinary/taku.html
Business Lunch: 35 € (dos platos) / 47 € (cuatro platos)
Culinary Journey (solo cenas): 130 € (sin maridaje) / 190 € (con maridaje)
 

miércoles, 20 de agosto de 2014

Inedit 75 cl

La presentación de esta cerveza se hizo en el Master de tenis de Madrid, cuando todavía no era Open y aún se celebraba sobre pista en la Casa de Campo (ahora se celebra sobre tierra en la Caja Mágica). Estamos hablando del año 2008, aunque en Internet dicen que la crearon en 2009. ¿Me adelanté a mi tiempo? ¿Viajé al futuro? Seguramente la presentaran en 2008 ante los pijos y famosos (que son muchos de los que van al salón vip donde trabajaba el menda) y esperasen al año siguiente para lanzarla al mercado plebeyo. O puedo viajar en el tiempo, una de dos.

Recuerdo todavía cuando contaron que era una cerveza desarrollada por la gente de Damm en colaboración con El Bulli, nada menos: el mejor restaurante del mundo según la crítica especializada lanzando una birra, ¡tenía que ser la caña! Además no era solo que El Bulli le prestase su imagen, sino que los propios Ferran Adrià y Juli Soler y compañía se habían implicado en la elaboración de la cerveza. Me imaginé la pera limonera.

Pues no, eh. Pensé que, a lo mejor, había que probarla más de una vez, o maridarla en lugar de beberla sola, o dejarla respirar en la copa... No me gusta. Una pena, pero nunca me ha gustado, desde aquel 2008 en que la presentaron hasta hoy. Y lo he intentado, pero nada.

Su teoría no es mala: una cerveza que se pueda beber como un vino. Es decir, acompañando varios platos, bebida en copa, viene en una botella de 3/4 destinada a cubitera... Todo eso mola un montón. Es una mezcla de cebada y trigo a la que le añaden cilantro, regaliz y cáscara de naranja: promete muchísimo, ¿a que sí? Pues, a mi juicio, no cumple nada. Como si me dicen que lleva kriptonita y polvo de estrellas: en la cerveza no se nota. Una pena.

Por cierto, en este mismo blog hemos catado cervezas que venían en botellas de 75 cl, y en las fotos podéis ver que la mayoría de ellas las bebo en copa de vino (me parece que se aprecia más que en jarra o vaso), y me habéis visto maridar cerveza con todos los platos, hasta con el café y los dulces. Es decir, el invento ya existía desde antes, aunque sigue siendo muy loable querer extenderlo por España, donde la cerveza suele ser únicamente tipo pilsner y únicamente para los aperitivos, los bares y los botellones, no tanto para comer.

Si entráis en la página de Inedit podréis leer una nota de cata un tanto exagerada, escrita en un español muy afrancesado, y que difiere bastante de la mía. Es normal, no van a tirar piedras contra su propio tejado; además la mía es solo una más. Ahí tenéis el enlace y aquí abajo mi cata para comparar y juzgar por vosotros mismos, que es siempre lo más aconsejable:

Estrella Damm Inedit (botella de 75 cl). Lager española con especias. 4,8%
Catada el 16 de agosto de 2014.
  • Amarillo pajizo turbio. Crema marfil espesa y pegajosa.
  • Intensidad aromática media-baja: cereales de desayuno, plátano deshidratado, cáscara de limón, pimienta blanca, ceniza.
  • Suave, ligera, insípida, breve. Muy plana y efímera. Por lo menos es fácil de beber y refrescante, eso sí.
La botella es bonita.

martes, 19 de agosto de 2014

Corte Chica macabeo

Hoy os traigo un vino de la DO Manchuela, en Albacete. Pese a que son célebres sobre todo por sus tintos de bobal, de syrah y de cencibel (tempranillo), el que hoy probamos es un blanco elaborado con macabeo. Cosa curiosa: es un vino sin añada.

La macabeo es una de las tres variedades clásicas del cava (las otras son xarel·lo y parellada) y, bajo el nombre de viura, la blanca principal de Rioja y una de las tres típicas de Rueda (en este caso las otras son verdejo y sauvignon blanc). Como veis, es una uva muy extendida, muy versátil y muy utilizada.

Más adelante os prometo catar también vino tinto de Manchuela, pero empecemos con algo más apropiado a las temperaturas estivales que nos acompañan:

Corte Chica macabeo
Cooperativa San Isidro
DO Manchuela
13,5%
Catado el 18 de agosto de 2014.
  • Amarillo limón con irisaciones doradas.
  • Intensidad aromática alta: limón, camomila, hinojo, anís, vainilla. Recuerda a un cava joven en nariz.
  • Acidez fresca muy conseguida. Graso, envolvente. Paso lento con toques metálicos. Final ligeramente amargoso, de persistencia media-alta.


lunes, 18 de agosto de 2014

Chimay rouge

Hace tiempo catamos la Chimay dorée, y en esa entrada os conté cuáles eran las otras cervezas que producía la abadía. Hoy vamos con la Chimay rouge, tal vez la más extendida de todas las cervezas trapenses: se puede encontrar en muchos bares, en tiendas e, incluso, en grandes superficies. En Carrefour, sin ir más lejos, la tienen a dos euros. Se trata de una cerveza de tipo dubbel, es decir, potente aunque sin exagerar, oscura, dulzona y sin amargor apenas.

Los monjes de Chimay se encuentran en la abadía de Scourmont, cercana al pueblo que da nombre a la cerveza. Es una abadía muy grande y está abierta al público.

La puerta principal de la abadía de Scourmont. Ahí me tenéis, junto al hermano portero.

El claustro de la abadía. Se nota que llueve mucho por allí, ¿verdad?


Os contaré más cosas de la abadía y del albergue cercano en futuras entradas de cerveza Chimay (nos quedan la blanca y la azul, y de esta última -que es una maravilla- se pueden hacer varias entradas porque es una de las escasas cervezas con añada). De momento os dejo las catas de la roja; tengo dos, así que podemos comparar:

Chimay rouge. Cerveza trapense belga doble. 7%
Catada el  21 de febrero de 2013 (1ª cata):
  • Parda rojiza. Abundante crema color marfil. Burbuja fina pero visible.
  • Plátano frito, caramelo líquido, chocolate.
  • Amplia, potente, con mucho cuerpo. Punzante, con paso marcado. Redonda, bien integrada. Persistencia media.
Catada el 14 de marzo de 2014 (2ª cata):
  • Ámbar parduzco. Turbia.
  • Intensidad aromática media: cereza, plátano, caramelo.
  • Suave, dulzona, fresca. Sin amargor evidente. Persistencia media.
Comparando ambas tenemos una cerveza de color pardo, con aromas golosos de fruta (plátano, cereza) y torrefactos (caramelo, chocolate). En boca se muestra potente a la par que suave, con buen paso, buena estructura y persistencia media.

 Es una buena cerveza para introducirse en el mundo de las trapenses, porque no resulta complicada y está muy rica. Además, es fácil de conseguir.

domingo, 17 de agosto de 2014

Resaca: disertación teórica + Bubbledogs (entrada mixta)

En la película Una mente maravillosa (Ron Howard, 2001), el personaje interpretado por Paul Bettany dice, cuando conoce al protagonista, que "la resaca se produce porque el organismo no tiene agua suficiente para que se realice el ciclo de Krebs, que es exactamente lo que ocurre cuando alguien se muere de sed (así que morirse de sed debe de ser como tener una resaca que al final acaba matándote)".

Por muy interesante que la cita cinéfila haya sonado, la verdad es que, por increíble que parezca, a día de hoy los procesos que dan lugar a la resaca siguen sin entenderse bien. Es cierto que la deshidratación es un factor importante, pero no es el único y puede que ni siquiera sea el principal. Hay muchos otros, tales como la acumulación de acetaldehído, alteraciones en el metabolismo de la glucosa, acidosis metabólica, factores inmunitarios y un buen número más.

Después está la cuestión de los síntomas. John Doxat, en su Booth's Handbook of Cocktails & Mixed Drinks, los divide en dos grupos principales: "clavo en el cerebro" (en el que la cabeza es la principal afectada) y "mariposas tropicales" (en el que es el estómago el que sufre más). Es cierto que a la mayoría de la gente le da o por una o por otra (yo soy del primer tipo, y parece que tuviese un clavo enorme que entrara por una sien y saliese por la otra; y hasta que me estuvieran dando vueltas en torno a semejante eje) pero, como bien puntualiza Doxat, "algunos desafortunados sufren ambos tipos simultáneamente". Es decir, que te agarras al inodoro mientras la cabeza te palpita salvajemente.

¿Y qué hay de los remedios? De nuevo, no hay evidencia científica que respalde completamente ninguno, aunque sí la hay en contra de varias soluciones populares que, en realidad, son contraproducentes. Las cosas que funcionan parcialmente (no te quitan la resaca pero la alivian algo) son rehidratarse ("quien con vino se acuesta con agua se levanta" reza el refrán), tomarse una aspirina para el dolor de cabeza, comer ligero y descansar. Eso, para cuando ya tienes la resaca; si eres del tipo previsor también funciona, hasta cierto punto, beber un vaso de agua por cada copa, comer algo mientras bebes y tomar (antes de empezar a pimplar) aceite de oliva, que genera una película en las tripas que impide -un poquito- la absorción de alcohol.

Una solución habitual es lo que los ingleses llaman hair of the dog, esto es, pelo de perro: parece que los romanos, cuando eran mordidos por un can, bebían un mejunje en el que echaban pelo quemado del animal para evitar la rabia. De ahí a la versión moderna para la resaca: si te has pasado pimplando cierta bebida, toma un poquito más de la misma por la mañana para quitar los síntomas. Se dice que es porque el organismo genera anticuerpos contra el etanol y que, una vez desaparecido este, atacan el propio organismo provocando la resaca. Por eso meter un poquito más ayuda a metabolizarlos. La eficacia de este método no está clara, y sus detractores dicen (con cierta razón) que puede llevar a beber más y, así, al alcoholismo. Con todo, en ocasiones hay a quien le funciona.

El remedio popular de hincharse a comer como un cerdo, en plan hamburguesas y perritos y fritangas, es un dislate en toda regla. No solo estás fatal, sino que le metes al cuerpo algo pesado y le obligas a derivar recursos energéticos para metabolizarlo, cuando el pobre estaba ocupado con la resaca. Engordas, te llenas las arterias de porquería y sigues con resaca. Es verdad que comer algo ayuda, pero fundamentalmente antes de la resaca, porque metabolizas alcohol digiriendo. Si el alcohol ya te ha provocado el resacón, apaga y vámonos.

Los dos últimos puntos que os he mencionado me recuerdan un sitio en el que estuve en Londres: Bubbledogs, un curioso bar de Fitzrovia en el que preparan perritos calientes de lo más variopintos y los maridan nada menos que con champagne y otros espumosos (tienen un par de cavas).


 Me acerqué por allí pese a que soy poco amante del hot dog, porque me lo había recomendado mi colega Carlos, un amigo cocinero (que además tiene criterio), como un sitio interesante; echando un vistazo a la carta me encontré con un perrito llamado "hair of the dog" que solo se servía a mediodía, no de noche, basándose en que era para combatir la resaca. Por supuesto, fue el que me tomé. Revisando la carta del local en Internet para esta entrada no lo he visto, así que es posible que lo hayan sacado del menú. En cualquier caso, aquí lo tenéis:

Hair of the Dog: la salchicha se puede elegir 100% buey o 100% cerdo, y también vegetariana. En este caso es de vacuno. Viene cubierta por apio, tomate, salsa Perrins, jalapeños y pepinillos. El espumoso es el de la casa, Gaston Chiquet sélection cuvée.
Un par de detalles: no hay cubiertos -obligatorio saber no mancharse- y el acompañamiento no es patata sino batata frita.
El cuadro de la pared era solo uno de muchos con perritos (¿lo pilláis?) haciendo cosas divertidas.



Bubbledogs
Manager: Sandia Chang
70 Charlotte st, W1T 4QG, Londres
+44 (0) 207 637 7770
http://www.bubbledogs.co.uk/home
Precio medio por perrito caliente:  £7.00

sábado, 16 de agosto de 2014

Gulden Draak

Hola, campeones,

Hoy empiezo recomendándoos que visitéis la ciudad belga de Gante, capital de Flandes Oriental; cuando lo hagáis, prestad atención a su campanario medieval, de 91 metros, impresionante. En lo alto del mismo se encuentra un dragón dorado (gulden draak en neerlandés), símbolo de la ciudad.

El campanario, a la izquierda, coronado por el Gulden Draak
La torre que se ve al fondo es la de la catedral.


El Gulden Draak original fue colocado en 1377 y, como comprenderéis, la lluvia, la nieve, el viento y demás elementos han terminado por desgastarlo mucho. Hace algunos años fue reemplazado, pero tuvieron el buen gusto de conservar el original en el interior del campanario, que es visitable. Aquí lo tenéis:

En el interior del campanario está bien resguardado. Que ya tiene más de seis siglos.


Este dragón da nombre a una cerveza muy potente, de estilo tripel, bastante famosa incluso fuera de las fronteras belgas, y que vamos a catar hoy. Es una cerveza multipremiada, tanto que hasta ganó el premio a la mejor cerveza del mundo (así, en términos absolutos) en 1998, otorgado por el American Tasting Institute.
 
Esta es nuestra cerveza, bebida en su copa frente al Castillo de los Condes.
Perdonad que el fondo esté borroso, era la única forma de enfocar el nombre en la copa.


Tenemos la suerte de contar con dos catas separadas de la cerveza, así podemos comparar:

Gulden Draak. Cerveza belga triple. 10,5%.

Catada el 23 de marzo de 2014 (1ª cata):
  • Rubí ambarino oscuro, de capa media y crema hueso consistente.
  • Intensidad aromática elevada: licor, bizcocho borracho, miel, caramelo líquido, canela.
  • Muy potente, dulzona, con un toque metálico, suavemente amargosa. Envolvente, de paso lento y marcado. Final muy largo con notas de bollería y caramelo. Formidable, para beber despacio.
Catada el 13 de agosto de 2014 (2ª cata):
  • Pardo rojizo cubierto. Crema beige.
  • Intensidad aromática elevada: licor, miel de caña*, caramelo, dátiles, canela.
  • Potente, punzante, estructurada. Paso lento y final muy largo con notas de galleta y chocolate. Muy buena.
Comparando, nos encontramos ante una cerveza rojiza y oscura, que ya en nariz anuncia su potencia: ese 10,5% nos da un aroma de licor constante. También hay aromas golosos, típicos de una triple (miel, melaza, caramelo, canela). En boca se muestra potente pero no agresiva, con paso lento y final de persistencia elevada. Vamos, que es estupenda aunque emborracha mucho. Por eso la recomendación de beberla despacio, prestando atención (y mejor acompañada de alguna vianda, por ejemplo un buen queso de Gouda).

Comparad el dibujo de botella y chapa con la foto que os he dejado más arriba y veréis que se trata del mismo dragón.


* La miel de caña no es, en realidad, miel; se trata de melaza, es decir, jugo de caña de azúcar parcialmente deshidratado.