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domingo, 31 de julio de 2016

Ramses Laterraza [sic]

No me tiréis los trastos a la cabeza por escribir sin tilde el nombre faraónico por antonomasia o por no separar el artículo y el sustantivo: es así como lo escriben en este restaurante porque son así de modernos, divinos y estupendos. Qué le vamos a hacer.

Hecha esta aclaración, vamos a situarnos: pocos lugares hay tan emblemáticos en Madrid como la Puerta de Alcalá, obra del arquitecto Sabatini y erigida en 1778 por encargo del rey Carlos III. Más de dos siglos después ha quedado enclavada en el centro de la plaza de la Independencia, junto al parque del Retiro, sin gente que atraviese sus arcos y rodeada de vehículos de día y de noche.

El monumento neoclásico visto desde el este.
La foto, como todas las de la entrada, es mía: en este caso hecha hace casi tres lustros con cámara analógica y ahora digitalizada.


Pues bien, en el número 4 de la plaza de la Independencia, bajo la mirada de la Puerta de Alcalá, está el restaurante Ramses.Life, que hace casi una década era el sitio de moda en la capital, al que acudían todos los famosetes a dejarse ver. Hoy otros han tomado el relevo, así de veleidosa es la moda. Que no sea el punto caliente capitalino tiene un aspecto muy positivo: los precios se han moderado y la posibilidad de acudir sin reserva ya no es una ilusión.

Ramses.Life es un multiespacio de diseño vanguardista (obra de Philippe Starck, que también firmó en Madrid el diseño del desaparecido Teatriz) que aloja varios restaurantes: uno de mucho caché llamado Suria, otro japonés llamado Natsuki, y uno más informal alojado en la terraza que se llama... Laterraza. Es el más económico, el menos sofisticado y el que mejores vistas de la plaza tiene (cosa lógica). Y es del que hoy nos vamos a ocupar.

Starck siempre presta mucha atención a los cuartos de baño, y el de Ramses no es una excepción.


Esta terraza está climatizada para que uno pueda estar a gusto tanto en invierno cuanto en verano; se anima con sesiones de DJs en vivo y permite el acceso con perros. Los fines de semana ofrece un interesante brunch, a precios razonables, con platos canónicos y otros más innovadores. He estado por allí en varias ocasiones, por lo que vamos a ver algunos platos que ya no están en la carta y otros que sí; algunos dentro del brunch y otros fuera de él. Veámoslos:

Ostras Daniel Sorlut: Sorlut es un criador de ostras francés que ha adquirido bastante notoriedad en la capital, primero como proveedor de lugares tan reputados como Sacha o el Ritz y después con la apertura de un puesto propio en el mercado de San Miguel.
En Ramses sus ostras se pueden degustar al natural (como veis en la foto) o en distintas elaboraciones: miso, yuzu o sangrita. Pese a que es típico, considero un error el limón en las ostras (altera su sabor delicado), y un buen restaurante no debería siquiera ponerlo como decoración.


Ensalada de ceviche con langostino: acompañada de fruta de la pasión y brote de cilantro. Aliño muy frutal, entre tropical y cítrico, francamente bien conseguido. Encima, con el calor apetece más. Por cierto, viene bastante langostino, algo que se agradece.


Ensaladilla rusa: ya sabéis que allá donde voy pruebo la ensaladilla. Esta, con alcaparrones, atún y espuma de oliva verde, no está mal. No es la mejor que he probado, pero reconozco que me he vuelto un tanto exquisito en lo que a este plato se refiere.


Mozzarella di bufala rellena de cangrejo al pesto: muy original, con una salsa de pesto natural muy conseguida. Supongo que todos sabéis que la leche empleada en la elaboración de este queso es de las hembras de la variedad italiana de carabao (o búfalo acuático, Bubalus bubalis).


Y aquí, un clásico como pocos en el brunch: huevos Benedict. Un mollete abierto en dos, y sobre cada mitad un huevo escalfado y salsa holandesa. La receta canónica corona el conjunto con bacon, pero aquí se ha sustituido (muy acertadamente) por jamón ibérico recién cortado (en la terraza, a la vista de la gente, además del DJ residente hay un cortador de jamón).


Vitello tonnato: un plato típico del Piamonte (y que ha arraigado mucho en Argentina, donde se conoce como vitel toné) consistente en fiambre de ternera bañado en una salsa hecha a base de yema de huevo, atún y alcaparras (a veces también anchoas).


Costillas de cerdo: con sésamo y guarnición de puré de patatas. En un plato así de sencillo da el do de pecho la materia prima, por supuesto.


Hamburguesa de buey con Idiazabal ahumado: seguro que podéis apreciar lo altísima que es la hamburguesa (me refiero a la carne sola, no al sandwich). El detalle de acompañarla con queso Idiazábal es genial. Además, tomate raf y mostaza cítrica, y guarnición de patatas fritas con su piel y aros de cebolla.


Steak tartar Carlos III: lo del rey supongo que se debe a la cercana Puerta de Alcalá que, como hemos visto al principio de la entrada, fue erigida por mandato suyo. Acompañado por tostaditas y patatas paja, según los cánones.


De postre nos vamos a tomar un zumo de piña natural. La selección de zumos, todos ellos naturales, es bastante amplia: además de este de piña hay de naranja, de mango, de fresa, de papaya, de mandarina y limonada. Eso sí, se suben un tanto: cada uno cuesta seis pavazos.




Ramses Laterraza
Jefe de cocina: Aurelio Morales
Plaza de la Independencia 4, 28001, Madrid
+34 914 351 666
http://www.ramseslife.com/
Precio medio: 40 €

sábado, 30 de julio de 2016

Black Damnation V (Double Black)

La cerveza más extraña que he probado hasta la fecha. Y van unas cuantas.

Cuando este mayo pasado fuimos mi padre y yo a Oostvleteren probamos algunas birras en la cervecera De Struise ("El avestruz"), a cual más raruna, y esta es la que se lleva la palma. Qué tía.


Arquitectura típica en Kasteelstraat (calle del Castillo). Buen día, buena luz, buena cerveza, buena gente...


A ver, os voy a contar su génesis: como buena perteneciente a la serie Black Damnation, toma como base la Black Albert, una imperial stout que los de Oostvleteren elaboraron en principio para el pub estadounidense Ebenezer, uno de los mejores del orbe.

¿Qué más? Pues que la serie Black Damnation lleva ya más de 20 ediciones, bastante (ya hemos probado por aquí la novena). En este caso particular toman como base inmediata Cuvée Delphine, que no pertenece directamente a la serie Black Damnation pero sí toma, a su vez, como base la Black Albert. ¿Os habéis perdido ya? No me extraña.

Cuvée Delphine se obtiene a partir de la cerveza Black Albert envejecida en barricas de roble que previamente han albergado bourbon Four Roses. Si luego a esta cerveza vas y le aplicas dos veces una congelación parcial (para retirar el agua congelada y así concentrar alcohol, azúcar y otros componentes) obtienes la birrota que hoy catamos. Fácil, ¿verdad? Muy sencillo.

Black Damnation V (Double Black). Eisbock doble flamenca a partir de imperial stout envejecida en barricas de roble que previamente han contenido bourbon Four Roses y olé. ¡¡26%!!
Catada el 7 de mayo de 2016 en Het Oude Schooltje.
  • Negro cerrado. Sin crema alguna ni carbónico visible. Lágrima espesa ambarina que mancha la copa. Os he dicho que era rara.
  • Intensidad aromática baja (os he dicho que era rara): frutas deshidratadas (higos, dátiles, arándanos, moras), melaza, picadura de tabaco.
  • Ataque muy picante (os he dicho que era rara). No digo pungente, digo picante. Pica, como el que toma Tabasco (vale, del verde, pero Tabasco a fin de cuentas). Deeeeeeeensa, muy grasa y oleosa, ligeramente dulzona. No tiene carbónico (¿os he dicho que era rara?) Potentísima, emborracha mogollón (ya puede, con 26 grados). Luego va y resulta más extraña porque es extraordinariamente breve (sí, os he dicho que era rara, y lo repito), aunque el final es amargo que te cagas (excuse my French); pero un amargor poco notorio, parece que no y luego va y es que sí. En una palabra: rara. Rica pero rara. Rara pero rica. Por favor, el que la pruebe que me deje un comentario con su percepción.
¡Aaah, qué caña de foto! En la propia cervecera De Struise, en Oostvleteren: bajo su estandarte, la cerveza servida de grifo en su propio catavinos (¿catabirras?), con la calavera, insignia de las Black Albert.
Ya sé que se ve poco la birra en sí, pero os podéis hacer una idea de lo nigérrima que es y de que no tiene crema. No, no. Nada. Ni un poquito. Nothing. Zero. Zilch.



viernes, 29 de julio de 2016

Royal Oporto Tawny

La casa portuguesa Real Companhia Velha tiene 260 años de historia a sus espaldas; según ellos mismos dicen eso la convierte en la empresa de vinos más antigua del país. Fue instituida en 1756 por decreto del rey José I; de ahí le viene el nombre.

Elaboran multitud de vinos, unos generosos y otros no, bajo las DOCs Porto y Douro; también producen aceite de oliva. Hoy vamos a probar uno de sus oportos básicos, el tawny sin indicación de edad. Idóneo para el maridaje clásico con queso azul.

Royal Oporto Tawny
Real Companhia Velha
DOC Porto
19%
Catado el 19 de julio de 2016.
  • Rojo cereza cubierto con ribete granate. Lágrima escasa.
  • Intensidad aromática media: fruta roja (cereza, grosella), aromas terciarios (tabaco, clavo, canela).
  • Ataque abocado y potente. Paso envolvente, cálido. Final bastante tánico y persistente en el que vuelven a aparecer las notas terciarias.
No es caro: unos 7€ la botella de 75 cl.




jueves, 28 de julio de 2016

Tap 1. Meine blonde Weisse

Muy buenos días, señoras y señores,

De la casa bávara Schneider Weisse solo hemos catado hasta ahora su Tap 6; eso sí: en dos versiones, a saber: la tradicional y la de guarda (en su añada de 2012), y llegamos a la conclusión de que ganaba muchísimo con el paso del tiempo.

Pues bien, aquella era Tap 6 porque hay otras cinco antes (y varias después); y hoy vamos a probar la Tap 1, la primera de todas. Tap significa "grifo" en alemán (también en inglés y en neerlandés) y se refiere, obviamente, a los grifos de cerveza que hay en bares, cervecerías, pubs y brasseries.

Cada grifo lleva un título o sobrenombre: en este caso Meine blonde Weisse, esto es, "mi blanca rubia". Aunque parezca una contradicción (¿de qué color, blanca o rubia?) no lo es tanto: Weisse se refiere al tipo de cerveza (de trigo) y blonde al color que presenta (rubia, porque las hay oscuras). ¿Todo aclarado?

Tenemos dos catas, separadas entre sí más de tres años, para poder comparar bien. Mola.

Schneider Weisse Tap 1 Meine blonde Weisse. Cerveza de trigo turbia bávara. 5,2%

Catada el 19 de enero de 2013 (1ª cata):
  • Naranja amarillento con crema muy blanca y muy abundante.
  • Aromas de pan, harina, regaliz y flores blancas.
  • Fresca, amplia, algo insípida y no muy larga.
Catada el 26 de julio de 2016 (2ª cata):
  • Dorado ambarino turbio con abundantísima crema blanquecina.
  • Intensidad aromática baja: pan, gachas, rosas. También notas de plátano, menta y vainilla.
  •  Refrescante, viva, punzante. Con cuerpo, aunque ni sabrosa ni duradera.
Loxa juega con la chapa (específica de la Tap 1, como veréis si ampliáis).


Al comparar las dos catas, pese a que hay más de tres años y medio entre ambas, vemos que es una cerveza muy homogénea a lo largo del tiempo. Ambarina, turbia y con abundante crema blanquecina (como podéis ver en la foto, y eso que está tomada con flash, que siempre altera algo).

En nariz no se muestra muy intensa, aunque los aromas secundarios típicos del estilo siempre aparecen en primer lugar (pan, harina, gachas) bien acompañados por una nota floral muy agradable y conseguida. El aroma de plátano, tan habitual de estas birras, solo lo noté en la segunda cata y muy escondido. Me alegra, porque cuando está presente de forma más clara se superpone a todos los demás. Finalmente, hay cierta nota balsámica siempre presente, ya recordando a regaliz, ya a menta.

En boca empieza bastante bien, con cuerpo y buena acidez, pero le falta sabor en el paso y desaparece rápidamente tras tragarla. Conclusión: es una cerveza correcta y muy fácil de beber, idónea para calmar la sed o para gente que se esté iniciando o prefiera birras sutiles.

Gracias por vuestra atención. Nos vemos mañana si estáis por aquí.

miércoles, 27 de julio de 2016

Abad Dom Bueno godello 2015

Ya hemos cantado las virtudes de la uva godello por estas páginas en más de una ocasión; sin embargo, esta uva tan versátil también se presta a elaboraciones más simples y sencillas, como la que hoy os traigo.

Abad Dom Bueno godello 2015
Bodega del Abad 2000 SL
DO Bierzo
12,5%
Catado el 23 de julio de 2016.
  • Amarillo pálido, abierto y limpio.
  • Intensidad aromática baja: limón, membrillo, níspero, hinojo.
  • Seco y punzante en el ataque. Sencillo, con final tánico ligeramente pegajoso.
No es para tirar cohetes, la verdad. Eso sí, tan solo cuesta cinco eurípides.


martes, 26 de julio de 2016

Besaro Red Sun

¿Recordáis las cervezas Besaro, de Vejer de la Frontera (Cádiz)? Pues hoy vamos a catar una de ellas.

Ay, qué bonitos son Vejer y mi perrocho.


Besaro Red Sun. Ale española. 5,8%
Catada el 28 de junio de 2016.
  • Ámbar rojizo turbio, con crema beige.
  • Aromas golosos de mermelada de frutas rojas: cereza, fresa, frambuesa.
  • Suave y cremosa, envolvente. Ni muy fresca (os recuerdo que esto hace referencia a la acidez, no a la temperatura), ni muy amarga, ni muy persistente.
No está mal, pero me gustó más la pale ale de la misma casa, la verdad.


lunes, 25 de julio de 2016

Henriques & Henriques Full Rich

Hasta ahora solo habíamos probado un vino de Madeira: Barbeito sercial 10, un monovarietal blanco con 10 años de envejecimiento. Hoy probamos otro más: en este caso un polivarietal (está elaborado con una variedad tinta, negra mole, y dos blancas, bual y malvasía) sin indicación de envejecimiento.

Es frecuente que los vinos de Madeira se clasifiquen en cuatro categorías de acuerdo a su dulzor: seco, semi-seco, semi-dulce y dulce. El que hoy nos ocupa pertenece a esta última (full rich en inglés, en este caso no dicen sweet).

Lo elabora la centenaria bodega Henriques & Henriques en Câmara de Lobos, una ciudad de la isla de Madeira que se ha terminado convirtiendo en parte de la conurbación de la capital, Funchal. Por cierto, lo de los lobos es porque había focas monje, que los marineros portugueses denominaban "lobos marinos".

Henriques & Henriques Full Rich
Henriques & Henriques - Vinhos, SA
DOC Madeira
19%
Catado el 22 de julio de 2016.
  • Pardo intenso, muy abierto, con ribete dorado-verdoso y abundante lágrima.
  • Intensidad aromática elevada. Aromas terciarios destacados: cuero, tabaco, sándalo, clavo, cacao, humo. También pasas y miel de caña.
  • Abocado (pese a que está en la categoría de los totalmente dulces), potente y muy graso. Marcadas notas umami y de acidez fresca en su paso por boca. Final largo y muy vivo, sin tanicidad evidente. Reminiscencias de humo de hogar por vía retronasal.
Tuve ocasión de catarlo en la castiza taberna Entrevinos, donde la copa cuesta 3,30€.




domingo, 24 de julio de 2016

Battin extra

Otra cerveza luxemburguesa de la marca Battin que pude disfrutar en la terraza panorámica del restaurante Beim Siggy, que se encuentra sobre el Bock, en la capital. Ya hemos probado la de frutas y la triple.

Otra de las vistas formidables que se pueden disfrutar desde la mencionada terraza.


Battin extra. Ale luxemburguesa. 6,3%
Catada el 4 de mayo de 2016.
  • Dorado intenso y limpio con burbuja evidente. Crema nívea consistente.
  • Intensidad aromática baja. Aromas secundarios predominantes: gachas, galleta, avena. También miel.
  • Punzante y agridulce en su ataque. Final medio con amargor contenido y retronasal cítrica.
Servida en su propia copa (podéis leer no solo "Battin", sino también "extra").
Al fondo, arriba a la izquierda, se ven las torres de Villa Vauban que podíais ver asimismo en la primera foto. Qué bonita es Luxemburgo.


sábado, 23 de julio de 2016

Nora da neve 2013

Saludos, queridos míos,

Cerquita de Portugal, en As Neves (Pontevedra) está Viña Nora, una bodega dedicada a la elaboración de albariños tan ricos como la maravilla que hoy vamos a probar, fermentado y criado en barrica de roble (7 meses, nada menos, lo que aumenta mucho su longevidad).

No es precisamente un blanco barato (cuesta entre 20 y 25 lereles, dependiendo de dónde lo compréis) pero está a la altura de su precio.

Nora da neve 2013
Viña Nora
DO Rías Baixas
13%
Catado el 21 de julio de 2016.
  • Amarillo profundo con irisaciones doradas. Lágrima abundante.
  • Intensidad aromática elevada. Notas terciarias predominantes: vainilla, pimienta blanca y una nota interesantísima de bourbon del bueno, con todo lo que eso implica (además de la mencionada vainilla, notas de toffee, caramelo, dulce de leche, tabaco de pipa, caja de puros, ahumado...).
  • Graso, envolvente, con acidez fresca muy equilibrada. Largo, con buenos taninos tanto de la uva como de la madera, bien integrados. Final muy persistente con notas de fruta blanca (limón confitado, manzana asada, membrillo).
Catado en el muy recomendable restaurante Random.

viernes, 22 de julio de 2016

Black Damnation IX (Beggars' Art)

De la microcervecera DSB (De Struise Brouwers) hemos probado ya varias cosas, por ejemplo la Pannepot 2013, una cerveza perfecta. Están en el pueblecito de Oostvleteren, en una zona que viene a ser como la "milla de oro" de la birra: a cuatro pasos está Westvleteren, donde los monjes trapenses de la abadía de San Sixto elaboran la que pasa por ser la mejor cerveza del mundo; a otros cuatro de Poperinge, donde se cultiva un lúpulo maravilloso, y a cuatro más de Watou, donde está la fábrica de Sint-Bernardus, que elabora maravillas muy similares a las de Westvleteren. Para colmo, DSB suena como, tal vez, la mejor cervecera del mundo mundial, ahí es nada. Desde luego, hacen virguerías. Y hoy vamos a probar una.

Esta es la fábrica de DSB, y ese chulazo es vuestro sumiller favorito, que hace unas semanas se pasó por allí con su señor padre.


Pues bien, la gente de Oostvleteren elaboró hace años una cerveza llamada Black Albert para un pub estadounidense llamado Ebenezer's. Esa cerveza es una imperial stout, es decir, una ale negra y cremosa con un contenido en alcohol superior al habitual (en este caso se iban hasta el 13%). Esa cerveza debe ser una pasada pero, de momento, no he tenido ocasión de catarla [actualizamos: aquí la estándar en su añada de 2019, aquí la batch 0 con 10 años de guarda. Siempre al pie del cañón].

El caso es que imaginad que esa misma stout la envejecéis en barricas de roble que previamente han contenido whisky escocés, concretamente Ardbeg (que tampoco hemos catado de momento, pero todo se andará [y se anduvo: se cató en diciembre de 2016]). ¿Cuál es el resultado? Pues Beggar's Art, la cerveza que hoy catamos. Además, la catamos de grifo y servida en la misma fábrica, porque es la única forma de hacerlo: no se embotella ni comercializa fuera de la microcervecería.

Esta birra entra dentro de la larga tradición del proyecto Black Damnation, una serie de imperial stouts diferentes que DSB ha ido produciendo con resultados, generalmente, muy positivos, y que siempre toman como base la Black Albert. Es la novena de una serie que lleva ya dos docenas. Alguna otra caerá por aquí, ya lo veréis.

Beggars' Art (Black Damnation IX). Imperial stout belga envejecida en barrica. 18,1%
Catada el 7 de mayo de 2016 en Het Oude Schooltje.
  • Negro con irisaciones pardas. Capa muy cubierta. Crema color siena, escasa y efímera.
  • Intensidad aromática elevada. Aromas terciarios predominantes: cuero, café, caramelo. También hay aromas empireumáticos muy equilibrados: petróleo, carbón de encina, tinta de calamar. Una nariz curiosísima que invita a beber despacio (igual que el grado, ojo) y con atención.
  • Suave y muy densa. Paso graso, oleoso, sin apenas carbónico. Muy buena acidez, también notas umami y dulzonas que dejan paso a un final muy amargo pero equilibrado, larguísimo, con mucho café. Muy interesante, pero solo para amantes de la stout, porque es fortísima.
Servida en su propia copa (tamaño grande, tienen otro que es como un catavinos). La luz es natural, así que podéis apreciar bien lo negra que es, y el color siena de la escasa crema.
El botecito que veis al lado es Black SambAlbert, un relish que elaboran allí mismo con chiles, Black Albert, ajo, cebolla, azúcar y sal.


jueves, 21 de julio de 2016

Atrium 2013

La otra noche mi primo Pedro me invitó a cenar sushi en una terraza (gracias, primo) y este fue el vino que elegimos para maridar. No es que el restaurante se caracterizara por su extensa carta de vinos, pero este chardonnay del grupo Torres resultó bastante digno. No llega a la altura del Milmanda que ellos mismos hacen, pero es correcto.

Elaborado con uva cultivada en el Penedés, un tercio del vino ha sido envejecido en barrica de roble durante 5 meses para aportar algo de complejidad al conjunto y permitir mayor potencial de guarda. La botella cuesta unos 8€.

Atrium chardonnay 2013
Miguel Torres SA
DO Penedès
13,5%
Catado el 19 de julio de 2016.
  • Amarillo limón, abierto y limpio.
  • Intensidad aromática media. Fruta blanca: limón, Sugus de piña, pera de agua. La chardonnay es una uva que varía mucho según dónde se cultive, y esta mediterránea no tiene nada que ver con la mineralidad de la de Chablis, por ejemplo.
  • Fresco, ni muy graso ni muy ligero, con notable tanicidad (que seguramente provenga del tercio que ha tenido contacto con madera).
Justo nos traía el camarero la cubitera en ese momento.




miércoles, 20 de julio de 2016

Pilsen 11520

Cervezas 37 (o 3siete) es una pequeña empresa roteña (Cádiz, Andalucía) que elabora varias birras distintas, entre ellas esta lager que tuve oportunidad de probar en el bar Utopía de la céntrica avenida de San Fernando, en la misma Rota. El nombre responde al estilo (pilsen) y al código postal de la villa (11520).


Vista parcial del skyline roteño mirando a levante. Empezando por la izquierda tenemos, como elementos más destacados, parte del castillo de Luna, la torre de la iglesia de la O, el océano y el faro.


Pilsen 11520. Lager española. 5,5%
Catada el 23 de junio de 2016.
  • Dorado muy pálido. Crema nívea.
  • Intensidad aromática media: miel, gachas, limón, hierro.
  • Carbónico punzante. Acidez fresca y paso bien marcado, envolvente. Buen amargor final. Persistencia media-alta. Rica.
En la terraza del Utopía, como os comentaba. Gente maja.



martes, 19 de julio de 2016

Château Cantegril 2012

No todos los vinos botritizados de Sauternes han de ser caros; hoy os traigo un ejemplo sencillo pero canónico que sale por menos de 30€. No esperéis fuegos artificiales pero es perfectamente correcto: lo elabora Denis Dubourdieu, denominado "el científico del vino", que se especializa en blancos.

El viñedo de Cantegril es un único pago bien delimitado que, curiosamente, está en Barsac y no en Sauternes. Pese a tener AOC propia, a Barsac se le permite embotellar sus vinos bajo la de Sauternes, que goza de una mayor reputación; eso es lo que ha pasado aquí.

El viñedo está plantado con uvas sémillon y sauvignon blanc, las dos que entran en la elaboración del vino (un 78% pertenece a la primera). Envejece 9 meses en barricas de roble y otros tantos en depósitos de acero inoxidable antes del embotellamiento.

Château Cantegril 2012
Pierre et Denis Dubourdieu EARL
AOC Sauternes
12%
Catado el 12 de julio de 2016.
  • Amarillo limón, pálido y limpio.
  • Destaca una nota aromática típica de los vinos afectados por la podredumbre noble: plástico vinílico (pensad en los flotadores de los niños en la playa). Tras ella, abundantes frutas maduras (limón, higo, papaya) y claras reminiscencias de lemon curd.
  • Abocado, fresco y envolvente. Recorrido amplio. Muy buenos taninos (tened en cuenta que es un blanco botritizado, así que uno no se los espera tanto). Final largo, con notas animales típicas de Sauternes por vía retronasal (feromonas, sudor de bebé). No os asustéis por esto, que no es desagradable y sí característico.
El corcho, de una pieza, lleva grabados el nombre y el año.
Lo caté en Poncelet Cheese Bar (al fondo podéis ver la cava de quesos): los vinos de Sauternes y Barsac maridan perfectamente con este alimento.


lunes, 18 de julio de 2016

Westvleteren blond

La única que nos quedaba por probar de los monjes trapenses de Westvleteren, en Flandes occidental, Bélgica, era su rubia, la menos alcohólica de las tres cervezas artesanales que elaboran (5,8%).

Es la cerveza que elaboran los monjes para su propio consumo diario, lo cual la situaría dentro de las llamadas patersbieren; sin embargo, para ser un patersbier resulta muy estructurada y algo alcohólica (estas cervezas suelen ser más acuosas y acostumbran a no pasar del 5%; buenos ejemplos son las Achel 5% o la Chimay dorée).

La abadía de San Sixto vista desde el estacionamiento de la taberna aledaña (In de vrede).


Westvleteren blond. Ale trapense belga. 5,8%
Catada el 7 de mayo de 2016.
  • Amarillo limón muy turbio con tintes ocres. Crema nívea muy duradera.
  • Aromas secundarios predominantes: pan, gachas. También notas primarias típicas del estilo: limón, menta fresca.
  • Punzante, con mucho cuerpo (pese a lo cual el paso por boca es rápido). Cierta metalicidad y cierto amargor agradables y matizados. Final de persistencia media-alta. Muy rica pese a su aparente sencillez (solo aparente).
La foto está tomada en la formidable terraza de In de vrede, la cafetería aledaña a la abadía en la que se pueden degustar todos los productos trapenses de la misma (que son, aparte de las cervezas, pastel de carne y queso). La foto tiene su mérito, pues In de vrede siempre está llena de gente y en la imagen no se ve a nadie. Trucos de fotógrafo que tiene uno.
Ya sabéis que las cervezas de Westvleteren no tienen etiqueta: toda la información está en la chapa (en este caso de color verde).

domingo, 17 de julio de 2016

Emina Rueda 2015

Emina es una empresa bodeguera bien grande perteneciente a la incluso mayor Matarromera, conocida sobre todo por sus tintos de Ribera del Duero; aunque también elaboran en otras DOs, como el blanco de Rueda que os traigo hoy. Por cierto, creo que esta gente fue la primera en sacar un vino totalmente desalcoholizado, con 0% de alcohol (Torres había sacado uno con muy poquito previamente). Lo sacaron hasta en lata. En fin, que me voy por los cerros de Úbeda.

Emina Rueda 2015
Bodega Matarromera SL
DO Rueda
13%
Catado el 14 de julio de 2016.
  • Amarillo pálido con carbónico remanente.
  • Intensidad aromática media: plátano, pera, limón, pasto fresco, hinojo. Buena nariz.
  • Muy fresco, con algo de aguja (ya lo anunciaba la fase visual). Final breve, muy pegajoso. Mal final.
Elaborado con las variedades verdejo y viura.
El corcho es sintético, aunque esté coloreado para parecer natural.




sábado, 16 de julio de 2016

Agustí Torelló Mata trepat reserva 2012

Llevábamos tiempo sin catar nada de la casa Agustí Torelló Mata, con lo que nos gusta por aquí (lo último fue su formidable gran reserva del 2009). Vamos a catar hoy su rosado básico, elaborado con uva trepat y con indicación de añada.

La trepat, también llamada bonicaire, es una uva tinta oriunda del nordeste español, y se emplea en las DOs Conca de Barberà y Costers del Segre además de Cava. Sinceramente, me encanta que se utilicen uvas locales en la elaboración de vino, al margen de famas y modas. Es muy fácil encontrar cavas rosados elaborados con pinot noir y, aunque pueden estar muy ricos, están clamando a los cuatro vientos su envidia fálica hacia el champán, igual que cuando en los cavas blancos te encuentras la uva chardonnay.

Me encantan el cava y el champán, los dos, y me encanta que el cava sea cava y el champán, champán. Y no intermedios que ni fu ni fa. Así que me descubro ante los artífices de este cava por su valor al usar una uva local poco conocida pero que da, como ahora veremos, vinos de marcadas calidad y personalidad.

Agustí Torelló Mata trepat reserva 2012
Agustí Torelló SA
DO Cava
11,5%
Catado el 15 de julio de 2016.
  • Cobrizo abierto, sin apenas burbuja visible.
  • Intensidad aromática media-baja: pan con mermelada de fresa, sotobosque, escaramujo. También notas de piel de manzana roja.
  • Fresco, con carbónico punzante pese a que no era apenas perceptible a la vista. Paso amplio. Final de persistencia media con cierta tanicidad. Por vía retronasal, notas de miel.
 La foto está tomada en Qué deleite (me parece que ellos lo escriben "Q' Deleite" o algo así), una tienda de vinos que también hace de recoleto restaurante en el barrio madrileño de Montecarmelo. Precios muy ajustados, buena variedad y gente maja.


viernes, 15 de julio de 2016

Dirty Harry

Aparte de la Victoria, que es, digamos, la "oficial", hay otras cervezas elaboradas en Málaga; hoy os traigo una IPA de la microcervecera 3Monos, con una etiqueta muy currada.

Tuve la oportunidad de probarla en Panacea, un garito del paseo de Sancha muy molón, con comida vegana, zumos naturales, cervezas artesanales, una terraza preciosa y donde dejaron entrar a mi alter ego canino y le pusieron su cacharrito con agua. Vamos, que no se puede ser más hipster. Me llevó allí mi amiga Lola que, aunque no lo quiere admitir, es muy hipster. Y vive en Málaga, claro.

El malagueño paseo de Sancha es una maravilla desde muchos puntos de vista. Aunque el arquitectónico suele ser el que más se destaca, no quiero dejar de admirar también el botánico: fijaos qué pasada de ficus.


Dirty Harry. IPA española. 6,5%
Catada el 26 de junio de 2016.
  • Ámbar turbio con crema nívea muy espesa.
  • Mango, pomelo, níspero, papaya.
  • Seca, amplia, muy amarga, breve.
Ya os dije que la etiqueta molaba. Y que Panacea era muy hipster.
Y no os lo había dicho, pero mis gafas son la caña de España. Ni León ni John: el chache.



jueves, 14 de julio de 2016

Battin triple

Cuando, a principios de este mayo, mi padre y yo hicimos un alto en el camino en la terraza del bistró luxemburgués Beim Siggy, no solo disfrutamos de unas vistas fabulosas de la capital del gran ducado, sino que tuve oportunidad de catar varias cervezas locales (algo difícil fuera de sus fronteras).

Una de las vistas que se pueden disfrutar desde la terraza que os mencionaba, que está sobre uno de los numerosos cortados de la ciudad (Luxemburgo está construida entre y sobre las hoces que forman los ríos Petrusse y Alzette al confluir).


Pude catar varias cervezas de la marca nacional Battin, una de las cuales ya probamos hace algún tiempo (la de frutas). Hoy os traigo la triple; a ver qué os parece.

Battin triple. Ale luxemburguesa. 8%
Catada el 4 de mayo de 2016 (1ª cata):
  • Dorado turbio con muchísima crema, nívea y espumosa.
  • Intensidad aromática baja: notas secundarias (galleta) y primarias (limón).
  • Carbónico punzante. Recia, bien estructurada, con acidez muy equilibrada. Final largo pero de escaso amargor. Por vía retronasal, notas de limón una vez más.
Servida en su propia copa, como mandan los cánones. Una cosa buena de Battin es que no solo tiene una copa propia, sino que tiene una diferente por cada tipo de cerveza; y en Beim Siggy te servían cada birra en su correspondiente cáliz. Muy bien.


El tiempo ha pasado y, procurando seguir mis propios preceptos, he vuelto en varias ocasiones al maravilloso Luxemburgo (cosa que os recomiendo habitualmente). La cuestión es que, dos años después, he vuelto a catar esta misma birra, y aquí os traigo la segunda cata:

Battin triple. Ale luxemburguesa. 8%
Catada el 12 de agosto de 2018 (2ª cata):
  • Dorado intenso, algo turbio, con irisaciones verdosas. Crema blanquecina abundante.
  • Intensidad aromática media-baja: naranja amarga, diente de león, hierro.
  • Seca, con abundante carbónico. Paso con buenos metal y acidez. Amargor medio, incluso algo bajo. Persistencia media-alta.
Muy a mi pesar, esta segunda vez no me la sirvieron en su copa original. Qué le vamos a hacer.

 
Comparando ambas catas vemos que estamos ante una birra dorada turbia, de escasa intensidad aromática, con abundante carbónico y amargor escaso, pese a lo cual es bastante larga. Siempre es interesante catar más de una vez, independientemente la posterior de la anterior, para hacerse una idea cabal de lo que tenemos ante nosotros. Eso cree vuestro humilde servidor.

miércoles, 13 de julio de 2016

Noval Fine White

Además de una amplísima colección de oportos tintos (el último que hemos catado es el fabuloso 20), la casa Noval elabora también tres blancos, uno de los cuales vamos a catar hoy, el llamado Fine.

Las uvas empleadas en su elaboración son malvasía fina, gouvelo, rabigato y códega, provenientes de los viñedos de la bodega en Pinhão. Antes de ser embotellado el vino envejece dos años en barrica.

Pinhão desde la estación de tren que le da servicio. Al fondo se ven los viñedos dispuestos en terrazas sobre las laderas de las montañas, tan típicos del valle del Douro (Duero).


Noval Fine White
Quinta do Noval Vinhos SA
DOC Porto
19,5%
Catado el 12 de julio de 2016.
  • Dorado brillante y limpio, de capa abierta.
  • Intensidad aromática media-alta. Aromas de fruta blanca (membrillo fresco, melocotón, níspero) acompañados por otros de almíbar y de salmuera.
  • Ataque abocado y muy potente. Paso fresco, equilibrado, de textura envolvente. Final muy tánico (aunque agradable, ojo) de persistencia media. Muy rico.

La botella cuesta en torno a 15€.



martes, 12 de julio de 2016

El Rincón 2005

El marqués de Griñón, Carlos Falcó, además de ser un conocido miembro de la Jet Set, es un reputado vitivinicultor, célebre por haber obtenido el primer pago de España (Dominio de Valdepusa, en Toledo) y por haber introducido la variedad petit verdot en España.

Además del citado pago, tiene viñedos en otras DOs, por ejemplo en Madrid, donde elabora un tinto muy interesante a partir de syrah y garnacha de una parcela denominada "El Rincón", que da nombre también al vino. Vamos a catarlo.

El Rincón 2005
Viñedo El Rincón SAU (Pagos Marqués de Griñón)
DO Vinos de Madrid
15%
Catado el 25 de diciembre de 2010.
  • Granate cubierto con ribete cardenalicio.
  • Muy complejo: bombón inglés, monte bajo, regaliz, cacao, incienso... También aromas de fruta roja muy pasada y de ciruela negra, minerales (pizarra, hierro), balsámicos, cera virgen, tabaco...
  • Graso, untuoso y envolvente. Potente y cálido, con final muy persistente en el que aparecen notas de menta y cacao. Muy rico pero de difícil maridaje (el vino superará a casi cualquier alimento salvo los muy marcados, como caza mayor o hígado).
Viene muy bien vestido, la verdad. Mis disculpas por haber sacado la foto de Internet.


lunes, 11 de julio de 2016

Marqués de Riscal Limousin 2007

Es curioso: de la bodega Marqués de Riscal, famosa por sus tintos de Rioja, solo hemos catado blancos de Rueda hasta la fecha -y parece que hoy vamos a seguir así. El último fue el fabuloso Finca Montico, un verdejo formidable. Y con otro vamos hoy, para que no decaiga.

Elaborado, como os decía, con la variedad verdejo, la encargada de la fama de la DO Rueda (aunque os recuerdo que también hay grandes sauvignons blancs y viuras), tiene seis meses de crianza en barricas de roble francés de los famosos bosques de Limousin (en el macizo central galo). Lógicamente, de este último hecho le viene el nombre.

Marqués de Riscal Limousin 2007
Bodega de los Herederos del Marqués de Riscal SL
DO Rueda
14%
Catado el 2 de mayo de 2010.
  • Amarillo profundo con irisaciones verdosas (puede recordar al aceite de oliva virgen extra de, por ejemplo, la variedad picual).
  • Muy complejo: plátano, ahumado, chocolate blanco, pasto fresco, pedernal, aceite de oliva (¡anda! Otra vez), sándalo, avellana, hinojo... Si lo he de comparar con otro vino habrá de ser el Marqués de Alella blanc Allier de la misma añada (envejecido en una madera muy similar, se ve que pesa más el roble que la variedad. Que ambos sean marqueses es una mera coincidencia).
  • Suave, graso, untuoso, con un punto de acidez fresca y un final amargoso matizado por la oleosidad. Largo, con notas balsámicas y de hierbas (salvia, estragón). La verdejo se nota poco: como decíamos, el roble pesa más.
Cata del 2010... ¡imagen de Internet! Si ya os lo sabéis, caramba.


domingo, 10 de julio de 2016

Perucchi gran reserva

Os voy a confesar algo: hasta hace apenas 7 u 8 años no me gustaba el vermú.

Sin embargo, un buen día un distribuidor trajo a la tienda en la que trabajaba por aquel entonces unas muestras del que hoy vamos a catar y la cosa cambió. Así, de la noche a la mañana. Antes no me gustaba, después sí (algo parecido me ocurrió años antes con la cerveza).

Perucchi fue la primera marca de vermú que hubo en España, fundada en 1886. Ha recibido numerosos premios y ha sido elegida proveedora de la casa real española. No viene en botella de 70 cl, sino en frasca de un litro tapada con una de las cabezuelas más gordas que he visto nunca.

Elaborado a partir de vinos y mistelas mezclados con hierbas y frutos, utiliza un sistema similar al del vino de Jerez, por el cual se mezcla vermú nuevo con otro de añadas anteriores a través de soleras que se remontan a la época de fundación de la bodega.

Perucchi gran reserva
Montana-Perucchi SA
15%

Catado el 9 de julio de 2016 (1ª cata):
  • Caoba oscuro, brillante y turbio. Hay varios colores que caen bajo el término "caoba", referido siempre a un marrón rojizo (pensad en la madera de caoba o en los tintes capilares). Si queréis que me ponga específico, diría que el del vermú es el denominado Mahogany-VY DK. Toma ya, eso os pasa por preguntar. Por cierto, miradlo en la copa, no en la frasca (en la frasca siempre se ve más oscuro porque la concentración es mayor).
  • Intensidad aromática elevada: genciana, hinojo, refresco de cola, clavo, caramelo, quina.
  • Ataque agridulce. Paso envolvente, con acidez marcada. Final de persistencia media con tanicidad bien matizada. Muy rico.
Catado el 22 de septiembre de 2017 (2ª cata):
  • Ocre oscuro turbio, con buena lágrima y ribete topacio. Las catas son separadas y sin consultar, ya sabéis, por eso no he repetido lo del Pantone, pero podéis ver que sigue siendo turbio (casi todos los demás vermús se filtran mucho) y rojizo (ocre oscuro en este caso, es decir, menos marrón y más amarillento que el caoba de la primera vez; tened en cuenta que fue una cata nocturna con luz artificial).
  • Intensidad aromática media-alta: refresco de cola, genciana, camomila, nuez moscada, albahaca. La cola y la genciana se repiten tal cual; el clavo da paso a la nuez moscada (esta segunda vez la cata fue tras La Copa de González Byass, que abusa del clavo, tal vez por eso pasó más desapercibido), el hinojo cede a la albahaca.
  • Ataque más seco de lo que recordaba, quizás por comparación con otros vermús catados antes. Paso graso, muy fresco (en ese aspecto sigue consistente con la cata previa). Final con amargor medio-alto y persistencia más elevada de lo que recordaba. Genial.

 El elefantito Koch nos sirve de guía para hacernos una idea del color tan oscuro que tiene el vermú.
La frasca de litro cuesta unos 8 lereles, un precio bastante asequible, si me preguntáis.


sábado, 9 de julio de 2016

Venetiaens blondje

Hoegaarden, además de una conocidísima cerveza de trigo, es el nombre de un pueblo belga, a unos 50 km al este de Bruselas.

La cerveza se llama así porque es en este pueblo donde se elabora desde siempre (muchas cervezas belgas llevan el nombre del pueblo donde se elaboran, empezando por las trapenses); pero que la cerveza Hoegaarden se elabore en Hoegaarden no es óbice para que en Hoegaarden se elaboren otras cervezas. ¿Me seguís?

Resulta que en pleno centro del pueblo, en la Gemeenteplein ("plaza de la villa"), hay una cervecería llamada Den Venetiaen ("El veneciano" en dialecto local), abierta en 2013 y que sirve una cerveza propia, rubia y de alta fermentación, que no se embotella ni vende en otro lugar. En pasando un día por allí la probé, y hoy os la traigo.


El centro de Hoegaarden: la iglesia de San Gorgón al fondo y la cervecería Den Venetiaen con su terraza sobre tarima (porque la plaza está en pendiente) en primer término. 
Hacía un día estupendo y, por supuesto, nos quedamos en la terraza. Recuerdo que hacía tanto calor que un heladero local pasó ofreciendo su helado, riquísimo, que naturalmente probamos. ¿Sabéis de qué era el helado? De cerveza Hoegaarden. Muy rico.


Venetiaens blondje. Ale belga artesana. 7%
Catada el 6 de mayo de 2016.
  • Dorado verdoso con carbónico visible. Crema nívea muy efímera.
  • Aromas de mandarina, limón, hierro.
  • Sabrosa, viva, con buen recorrido y final amargoso, largo y rico.

En esta foto tan inclinada podéis ver la birra y, al fondo, la entrada a la cervecería, con su nombre en grandes rótulos. Al no estar embotellada no hay etiqueta que valga, pero no os preocupéis...


...porque lo que sí hay es la portada del menú, que muy amablemente me regaló el dueño del local, y que se refiere específicamente a la cerveza.


Venetiaens blondje, en dialecto local, significa "pequeña rubia veneciana". Obviamente ese nombre hace referencia a la cerveza y al nombre del establecimiento, y no tanto a la pin-up que veis en la imagen, que es pelirroja y parece sacada de las ilustraciones de Norman Rockwell más que de Venecia.



viernes, 8 de julio de 2016

Visol 2004

Buenos días a todos,

Hace algo más de un año catamos Clos Nostre Senyor, nuestro primer cava de Heretat Mestres, una bodega francamente buena. Hoy vamos a catar Visol, un gran reserva brut nature que no se salta un galgo.

Está elaborado con la terna clásica de la DO: xarel·lo, parellada y macabeo, cosechadas a mano a partir de viñas viejas (más de 50 años). No tiene adición de azúcar alguna tras el degüelle.

Viene con denominación de añada (en este caso 2004) y ha superado con creces el tiempo de crianza en cava mínimo para poder entrar en la categoría de gran reserva: si ese mínimo está establecido en 30 meses, Visol tiene más de cuatro años. Lo sabemos porque también tiene fecha de degüelle: febrero de 2009.

Además, el vino base pasa seis meses en barrica antes de efectuar la segunda fermentación en botella. Es decir, mimo y cuidado por el producto e información al cliente. Genial.


Visol 2004
Heretat Mestres
DO Cava
12%

Catado el 10 de abril de 2010.
  • Amarillo profundo con tonos dorados y burbuja fina.
  • Muy complejo: fruta madura (papaya, melón, níspero), fruta deshidratada (orejones, pasas), bollería (croissant, brioche), caramelo balsámico de miel, oliva verde...
  • Seco, con carbónico evidente pero no incómodo. Fresco y suave en su paso. Final largo gratamente amargoso.
Mis disculpas por no tener foto propia, esta la he buscado con Google.
Por cierto, este cava marida de maravilla con un plato de melón con jamón, tan apetecible ahora en verano.


jueves, 7 de julio de 2016

Westvleteren 8

Hace más de dos años catamos la magnífica Westvleteren 12 y, desde entonces, no hemos vuelto a catar nada de la abadía trapense de San Sixto, parece mentira. Pongámosle hoy solución.

El acceso a la Sint-Sixtusabdij en Westvleteren.


Os recuerdo que esta abadía produce tres cervezas, todas ellas llamadas como el pueblo donde se elaboran (Westvleteren, esto es, Vleteren occidental) en Flandes, Bélgica. Si el nombre es común a todas, no así el apellido: están la blonde, la 8 y la 12. Esta última, que ya hemos probado, es una cuádruple; la 8 no termina de responder a ninguna etiqueta particular: no es una triple, no es una doble, no es una rubia belga clásica... Muchos han optado por denominarla "ale belga fuerte", que es un cajón de sastre con el que estoy bastante de acuerdo para esta ocasión.

También os recuerdo que los monjes solo venden la cerveza al pie de la abadía, ya sea en esta misma o en la cervecería que hay justo enfrente, llamada In de vrede ("A la sombra"... de la abadía, claro). Si uno quiere comprar allí alguna de ellas, ningún problema: cuestan algo más de cuatro pavos. Pero si uno quiere conseguirlas en otro lugar... buena suerte. La única opción es que alguien haya ido allí, haya comprado (y hay un tope estricto, así que no puedes llegar con un camión y llevarte una tonelada) y la venda después. Este proceso encarece el producto, lógicamente.

La 12 ha llegado a ser tan famosa (muchos la toman como la mejor del mundo) que se ha vuelto relativamente sencilla de encontrar, sea en tiendas especializadas o en Internet. Con las otras ya es otro cantar, aunque si la fama de esta abadía sigue creciendo terminará ocurriendo igual. Eso sí, el precio al que se encuentran se multiplica: en España puede triplicarse, pero en otros continentes la cosa es exagerada y se llega a centuplicar.

De la 8 tenemos dos catas, para poder comparar, como nos gusta. La última vez que estuve por la abadía tuve la precaución de comprar media docena, con la intención de envejecer al menos la mitad. ¿Por qué? Porque tengo la clara impresión de que es una cerveza de guarda que va a mejorar increíblemente con el paso de los años. Os emplazo por aquí dentro de unos cuantos a contrastarlo.

Westvleteren 8. Cerveza trapense belga. 8%

Catada el 7 de mayo de 2016 (1ª cata):
  • Marrón oscuro con irisaciones rojizas y crema beige.
  • Intensidad aromática media-baja: miel, violeta, dátil, pruna. También salsas de tomate y de soja.
  • Punzante, de cuerpo medio. Equilibrada, sin dulzor alguno. Paso medio o, incluso, rápido. Final amargoso persistente. Habrá que envejecerla.
 Catada el 1 de julio de 2016 (2ª cata):
  • Hígado turbio, muy cubierto, con crema beige curiosamente poco duradera.
  • Intensidad aromática media-baja: melón (qué curioso), chocolate con leche, caramelo, fresa, ciruela pasa, croissant. Regaliz, cereza, pasas.
  • Carbónico suave, buen frescor. Paso elegante, con notas umami. Discreta pero de persistencia elevada. Retronasal con notas de fresa y granada. A ver con el tiempo.
Venga, vamos a contrastar ambas catas. En cuanto a colores, tenemos un marrón rojizo (también conocido como hígado, pensad en la casquería) con crema beige. Hasta ahí, bien; ahora viene la risa risera.

En nariz la intensidad es siempre relativamente baja, y se repiten ambas veces las notas de frutas deshidratadas, particularmente las prunas (que son las únicas que aparecen tal cual las dos veces, caramba). Las notas golosas son constantes, ya sean en forma de miel o de chocolate con leche, y las frutas rojas también se repiten: ora tomate, ora fresa y cereza. Parece que con el tiempo se vuelven más golosas. El caso es que se va notando la evolución en tan solo dos meses, imaginaos en un año o más.

En la fase gustativa hay alguna coincidencia más: no es la bomba en boca, no resulta ni dulce ni particularmente amarga; el paso es discreto pero elegante y el final, contra pronóstico, es muy largo. En ambos casos la idea es envejecerla, porque promete, como ya os decía, mejorar mucho. Tengo unas cuantas durmiendo el sueño de los justos para demostrarlo. Al tiempo.

¡Un chulazo! Y bebiéndosela in situ, en la cervecería In de vrede, qué fiera. Esto corresponde a la primera cata.


Servida en su copa y a partir de su botella original que, por cierto, no tiene etiqueta: toda la información viene en la chapa, que podéis ver también. Si ampliáis lo comprobaréis. Esta foto corresponde a la segunda cata.