Buscar en Bebercio

Donar

martes, 17 de junio de 2014

Manualidades en los mundos del vino y la cerveza II (chapas)

Hola a todos,

Continuamos con las distintas cosas que se pueden hacer aprovechando lo que otra gente suele tirar tras beberse el vino o la cerveza.

Vamos a ver alguna aplicación de las cervezas. Por ejemplo, con las chapas de cerveza podéis seguir mi ejemplo, que es en realidad el de mi padre, y hacer nada menos que salvamanteles temáticos. Para ello tenéis que saber sacar las chapas sin doblarlas ni descascarillarlas. Hay abrebotellas que dejan la chapa inmaculada, pero es más una cuestión de suerte que de tipos concretos. Otra forma -la que yo empleo- es aprender a abrir las botellas con un cuchillo, una cuchara o, quien fume, un mechero. Tiene su intríngulis, pero una vez aprendáis pareceréis McGyver, farda mucho. Seguro que hay vídeos en Internet que explican cómo lograrlo, aunque yo tuve que aprender a pelo. El truco final me lo enseñó mi amigo Fran, de Más que cervezas, para evitar que la chapa salga disparada.

Pero bueno, al turrón, esto es, al salvamanteles. Podéis hacerlo como os dé la gana, aunque yo os aconsejo que las chapas sean diferentes y que guarden cierta relación entre sí. He preparado algunos por países, pero el primero lo hice variado, con chapas todas de cervezas bebidas por mí, eso sí, y de muchos países y estilos, incluyendo varias abadías trapenses. Este es el salvamanteles:

Cervezas españolas en la primera línea, luego alemanas, holandesas y austriacas en la segunda; trapenseses belgas en la tercera, en la cuarta belgas no trapenses; finalmente, en las dos últimas, anglosajonas: irlandesas e inglesas; escocesas y estadounidenses.

Podéis ver que la madera es un contrachapado cortado a medida (cuando tengáis las chapas que queráis poner las colocáis en una mesa y medís) y barnizado (dos capas). En el reverso tiene unos topes autopegables que se compran en cualquier ferretería por dos duros. Para pegar las chapas, tres puntitos de pegamento epoxi o de superglue en el contorno, algo de presión y a por la siguiente. Luego, lógicamente, esperad hasta el siguiente día.

Como resulta que bajo la chapa casi todo es aire y hay muchas chapas, al final tenemos un salvamanteles de lo más eficiente, gracias a la capa aislante de aire que queda entre la olla -o sartén- y la madera. En serio, funciona de maravilla, yo no tengo más salvamanteles que estos. Además, cuando vienen las visitas es una forma de romper el hielo magnífica, enseguida sale una conversación en torno a las birras que unos y otros han probado y los países que han visitado. Mola mil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario