Precisamente con ambas variedades se elabora el tinto que hoy catamos (aunque la primera oblitera a la segunda). Es una versión ciclada (on steroids, que dicen) del tinto del mismo nombre pero sin apellido. Me explico: hay un Caballo loco y un Caballo loco grand cru, y este segundo es la versión cachas de aquel primero, según nos dicen en la contraetiqueta.
Lo trajo mi primo Pedro de Chile, país al que viaja con frecuencia y de cuyos vinos es un enamorado, y lo bebimos mano a mano en una de las primeras noches de este verano. Gracias, primo.
Caballo loco grand cru 2013
Viña Valdivieso SA
Valle del Maipo
14,5%
Catado el 28 de junio de 2018.
- Granate de capa media-abierta con ribete prácticamente del mismo color (algo más tenue, pero granate asimismo).
- Intensidad aromática elevada: pimienta negra, guindilla (ya os dije que la c. sauvignon primaba); al agitar surgen notas florales (rosa) y minerales (arcilla, grafito).
- No es un vino corpulento; antes al contrario, resulta ligero, con poco cuerpo, paso fresco, bastante salino y bastante metálico. Uno tiende a pensar que un tinto elaborado con estas variedades y con el apellido "grand cru" tendrá que ser un vino parkerizado, corpulentísimo; pero no, el paso es bastante rápido y sin recubrir demasiado la boca. Esto tiene una ventaja: los taninos, claramente presentes y que le dan un final amargoso al vino, no rascan nada, sino que renuevan la mucosa y la dejan suave tras beber. Si a eso le sumamos que es muy persistente, tenemos un vino diferente y genial.
Botella troncocónica plomada y negra, corcho de una sola pieza y de 5 cm, cápsula de metal... Han cuidado los detalles.
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