He aquí el primer vino maltés de Bebercio, tras todos estos años. Mi amiga Francesca, maltesa de pro, tuvo a bien traerlo para Bebercio en uno de sus viajes a su tierra natal: desde aquí se lo agradecemos.
Lo elabora la que tal vez sea la mayor bodega maltesa: Marsovin, establecida a principios del s. XX y que ya ha cumplido un siglo de vida. Aunque en Malta hay un par de variedades tintas propias, este vino es un polivarietal de vaya usted a saber qué, aunque su carácter oxidativo me lleva a pensar en la garnacha (a fin de cuentas Malta fue parte del reino de Aragón) o en la pinot noir (globalización: la uva gala manda). Como no he tenido oportunidad de catar monovarietales de las uvas oriundas de Malta, tampoco puedo hablar mucho y quizás sean oxidativas; ustedes sabrán perdonarme.
Venga, catemos:
- Cereza pálido, muy abierto, limpio, con ribete cardenalicio y lágrima media.
- Intensidad aromática media: fruta roja (cereza, fresa, incluso pimiento rojo); piparra, tabaco de liar.
- Vivo, con cuerpo escaso y paso agradablemente salino. Persistencia reducida.
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