Gouden Carolus Christmas

He estado revisando las entradas de Bebercio (que ya son miles, en plural) y solo he encontrado dos ejemplos de cerveza navideña, qué curioso: uno italiano y otro belga. Coincidiendo con estas fechas os voy a traer otro, también belga, elaborado por Het Anker en Malinas (Mechelen) en el mes de agosto ("¿pero no era navideña?" os escucho preguntar impacientemente; tranquis...) tras lo cual (ya os decía, tranquis) reposa en botella varios meses, hasta presentarse en navidades.

Las cervezas navideñas caen en lo que se denomina en inglés winter warmers, es decir, birras para calentarse frente al fuego. En invierno apetecen menos las birras fresquitas y más las densas y alcohólicas, por esa falsa percepción de que el etanol calienta.

Además del mayor grado, suelen ser tostadas (pero no negras) y llevar especias dulzonas (seis distintas la de hoy), todo lo cual las hace poder beberse menos frías y más despacio, de nuevo algo que en el frío invierno apetece más. Es obvio que vienen de la tradición cervecera europea, donde la navidad es una fiesta que cae en momentos fríos; ya me diréis en Mesopotamia o el Cono Sur qué frío va a hacer el 25 de diciembre ("en la punta de Patagonia mucho" se oye a alguien comentar. Vaaaaale...)

Por cierto: aunque están pensadas para el invierno, aguantan muy bien y se pueden encontrar el año entero. Es más, la cata de esta de hoy se realizó en pleno verano, en la propia cervecera, aunque se publique ahora, más acorde con la fecha.


Gouden Carolus Christmas. Ale belga con especias. 10,5%
Catada el 22 de julio de 2020 en Het Anker.

• Color coca-cola, limpia, con crema beige que se pega bastante a las paredes.
• Intensidad aromática elevada: todo el anís del mundo. No lo he leído en ninguna parte, pero pondría la mano en el fuego por que una de las seis especias añadidas es anís. Tanto, que no me entero de las otras cinco (tal vez regaliz, que se da un aire, aunque el anís es manifiesto).
• Ataque dulzón. Paso más fresco de lo que esperaba (estas birras tienden a ser algo pesadas), bien marcado. Final claramente amargoso, largo, con nuevas notas de anís por vía retronasal (en este caso caramelo de anís, más que las semillas). Alejaos si no os gusta esta especia.

La botella, de 75 cl, está ahí para que la veáis, pero la birra servida y catada es de uno de los grifos que hay detrás (Koch os dice que os fijéis en que la botella no está abierta).