En este caso hablamos de 15 años. Una vez más, se trata de single malt: solo malta de cebada, solo de la propia destilería (que sigue siendo familiar).
Para envejecerlo se emplean tanto barricas nuevas de roble cuanto otras que previamente han contenido vino de Jerez; además, para redondear la cosa emplean una técnica que imita, precisamente, la de los vinos jerezanos, a saber: el toque final consiste en trasegar el whisky a un fudre tremendo, llamado Unique Solera Vat, que nunca se vacía pero tampoco se llena más allá de la mitad (para que oxide), y que lleva así 20 años (muy lejos de las soleras centenarias de Jerez, pero se aprecia el esfuerzo).
Glenfiddich 15
William Grant & Sons
Single Speyside Malt Scotch Whisky
40%
Catado el 8 de enero de 2019.
- Entre trigo oscuro y ámbar claro, con ligera turbidez.
- La primera nota que me llega a la nariz son campos de cereal y, revisando la cata del 'fiddich 12 veo que en eso coinciden ambos. También hay puntos golosos de crema catalana, piña (de pino) seca, hojas de piña (la fruta) y, al agitar, pero solo al agitar, gominola de piña (también la fruta, obviamente). Gominola de piña del color que sea, porque resulta que cuando tiene forma de la fruta es morada, pero cuando es un osito o un conito truncado va y es blanca. Misterios de las gominolas.
- Suave, ligero, fácil de beber, bastante vivo. Amargor sutil, que trae a la mente recuerdos de Angostura, en el final de persistencia media. Delicado y agradable. No nos dejemos engañar por su facilidad: es más complejo de lo que aparenta.
Os emplazo a leer los comentarios que están dejando en la entrada que le he dedicado a este bebercio en Connosr (solo en inglés, eso sí): son la mar de interesantes.
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