Hemos catado esta misma stout en su añada (porque sale al mercado con añada) de 2018, un lustro anterior a la de hoy.
Se trata de las versiones envejecidas en barricas de bourbon de la formidable imperial stout que elabora La Pirata en Súria y que también hemos catado por estos lares.
Al tener dos añadas diferentes catadas vamos a poder compararlas entre ambas, que es algo que nos gusta hacer.
Catada el 23 de abril de 2024.
- Nigérrima, brillante y cubierta, con crema leonada oscura que desaparece rápidamente y deja un disco.
- Intensidad aromática elevada: algarroba, piel de patata churruscada, boniato, calabaza, tinta de calamar. Muy buena nariz, como cabía esperar.
- Fresca, potente, licorosa. Mucho cuerpo y carbónico escaso. Trago lento, muy sedosa. Final de persistencia muy elevada, con reminiscencias de pedro ximénez y oporto, higos, dátiles, prunas; una nota de grano de café, maderas aromáticas (sándalo, cedro)... Formidable, sobre todo como cerveza de invierno, junto al fuego.
Comparando las añadas de 2018 y 2023, y teniendo en cuenta que en ambos casos la birra llevaba un año embotellada, comprobamos que es una cerveza muy homogénea: la fase visual es prácticamente idéntica; la olfativa ha variado en los matices, pero siempre tiene fruta madura, licor, torrefactos... Finalmente, la fase gustativa vuelve a ser casi idéntica: sedosa, corpulenta, de trago lento, muy persistente, con retronasal marcada por el café entre otras notas licorosas.
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