¡Primero de mayo! Brindemos con un vermú.
A las afueras de Valencia se encuentra Cheste, conocida por todos los amantes del motociclismo; allí también se ubica la bodega cooperativa Reymos, de quienes, compruebo, solo hemos catado su muy peculiar Sol, que sin ser una mistela ni un vino dulce se parece mucho a las dos cosas.
Lo que hoy os traigo de Reymos es un vermú blanco, según el estilo francés, más seco que el rojo (echadle un vistazo a la teórica sobre el vermú para refrescar conceptos). Elaborado con moscatel de Alejandría, uno pensaría que tiene que ser, si no dulce, al menos goloso, pero habrá que ver (por ahí circula alguna nota de cata que dice que es dulzón, pero en este blog cata un servidor, para bien o para mal).
Con la de hoy llegamos a las 30 entradas bajo la etiqueta "vermú" (os vuelvo a recordar que Bebercio se debe fundamentalmente al vino y la cerveza, con más de mil entradas dedicadas a cada uno).
Bodegas Reymos (Anecoop - Cheste Agraria)
14,5%
Catado el 30 de octubre de 2022.
- Dorado intenso, limpio, con abundante lágrima.
- Intensidad aromática elevada: kretek*. Nada más, y de forma muy clara. ¿Y qué es el kretek? Pues una especialidad indonesia consistente en cigarrillos sin filtro compuestos, grosso modo, por 2/3 de hoja de tabaco y 1/3 de clavo (la especia). Aun sin ser fumador, servidor ha vivido en Indonesia y el olor del kretek es inconfundible. Y es a lo que huele este vermú.
- Comienza en boca con un glicerol acusado (ya lo indicaba la lágrima), que lo hace untuoso y ligeramente abocado al principio; pero al instante se vuelve seco, fresco, con buen cuerpo. El final es muy amargoso y muy duradero, con renovadas notas de kretek y, como novedad por vía retronasal, de limón seco (que no se notaban por vía nasal directa). Muy majo.
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